¿Es dual la libertad trascendental?

,


Todo en el hombre es dual.

Polo propone llamar "libertad nativa" al miembro inferior de la libertad trascendental.

Y llama "libertad de destinación" al miembro superior.

El tema de la libertad es esta libertad de destinación.

Comprendemos así que la libertad de atemática.


Epistemología 84 La libertad trascendental no es temática, los temas los introduce el yo.
.

¿Qué es el pecado original?

.


Según Tomás de Aquino, el pecado original es un pecado de ciencia.

La ciencia propia de Adán habría sido la ciencia sólo del bien (no del bien y del mal), es decir, del bien en tanto que incrementable.

El pecado original es la omisión de dicha ciencia y su sustitución por la ciencia del bien y del mal, que compromete al hombre en actividades indebidas.


De esto se habla en L. Polo. Antropología trascendental. Tomo I. La persona humana. p. 173.2
.

¿Es el pecado original un pecado de ciencia?

.


Sí. El pecado original es un pecado de ciencia.
Es la ciencia del bien y del mal.

La ciencia de Dios es sólo para el bien.

Descubrir que podemos actuar sin Dios es la ciencia del bien y del mal.

Dios no puede hacer el mal.

Decir que podemos ser Dios al comer el fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal es la gran mentira del mentiroso.

Es el engaño que nos deja huérfanos.
.



.

¿Qué es el pecado original para nosotros?

.


El pecado original para nosotros, al ser concebidos, es un estado de privación. Una carencia con la que todos nacemos. La orfandad original.

Polo defiende la existencia de una revelación primitiva por la que los hombres fueron conscientes de esa carencia.

El hombre se dio cuenta de que no conocía y amaba a Dios como debiera.

¿Por qué? Porque nos hemos alejado, desde el origen, de Dios.




.

¿Cómo explica BXVI el pecado original en la Audiencia del 6 de febrero de 2013?

.


Copio lo que dijo :

"De los relatos de la creación, me gustaría destacar una última enseñanza: el pecado engendra el pecado y todos los pecados de la historia están interrelacionados. Este aspecto nos lleva a hablar de lo que ha sido llamado el "pecado original".

¿Cuál es el significado de esta realidad, difícil de entender? Quisiera sólo dar algún elemento.

En primer lugar, debemos tener en cuenta que ningún hombre está encerrado en sí mismo, nadie puede vivir de sí mismo y para sí mismo; nosotros recibimos la vida del otro y no sólo en el nacimiento, sino todos los días.

El ser humano es relación: Yo soy yo mismo solo en el tú y a través del tú, en la relación de amor con el Tú de Dios y el tú de los otros. Pues bien, el pecado perturba o destruye la relación con Dios, su presencia destruye la relación con Dios, toma el lugar de Dios.

El Catecismo de la Iglesia Católica afirma que con el primer pecado el hombre “hizo elección de sí mismo contra Dios, contra las exigencias de su estado de criatura y, por tanto, contra su propio bien” (n. 398). Perturbada la relación fundamental, son puestos en peligro o destruidos también los otros polos de la relación, el pecado arruina las relaciones, así lo destruye todo, porque nosotros somos relación.

Ahora bien, si la estructura relacional de la humanidad viene malograda desde el principio, todo hombre entra en un mundo marcado por esta alteración de las relaciones, entra en un mundo perturbado por el pecado, que le marca personalmente; el pecado inicial daña y hiere la naturaleza humana (cf. Catecismo de la Iglesia Católica, 404-406).

Y el hombre, por sí solo, no puede salir de esta situación; sólo el Creador puede restaurar las justas relaciones. Sólo si Aquel, del que nos hemos desviado, viene hacia nosotros y nos tiende la mano con amor, las justas relaciones pueden reanudarse. Esto se realiza en Jesucristo, que cumple exactamente el recorrido inverso al de Adán, como describe el himno del segundo capítulo de la Epístola de San Pablo a los Filipenses (2:5-11): mientras que Adán no reconoce su ser criatura y quiere ponerse en el lugar de Dios; Jesús, el Hijo de Dios, está en una perfecta relación filial con el Padre, se rebaja, se convierte en el siervo, recorre el camino del amor humillándose hasta la muerte en la cruz, para reordenar las relaciones con Dios. La Cruz de Cristo se convierte así en el nuevo Árbol de la vida".


 .

¿Corrobora el Catecismo de la Iglesia católica la definición que hemos hecho del pecado original?

 


Absolutamente.

Porque el Catecismo dice en su punto 396 :

Dios creó al hombre a su imagen y lo constituyó en su amistad.

 

Criatura espiritual, el hombre no puede vivir esta amistad sino en la libre sumisión a Dios.

 

Así lo expresa la prohibición hecha al hombre de comer del árbol de la ciencia del bien y del mal: "Porque el día que de él comieres, ciertamente morirás" (Gn 2, 17).

 

El "árbol de la ciencia del bien y del mal" (Gn 2, 17) evoca simbólicamente el límite infranqueable que el hombre, en cuanto criatura, ha de reconocer libremente y respetar con confianza.

 

El hombre depende del Creador, está sometido a las leyes de la creación y a las normas morales que regulan el uso de la libertad.

 

---------------------

Vean cómo aparecen las nociones de criatura y libertad.

No solamente el hombre depende de Dios como los animales, sino que también debe usar de su libertad respetando, con confianza, las normas morales.

 

Es bonito cómo se introduce en la definición la “confianza”. 

Dios no es solamente Creador, es sobre todo, Padre.


¿Podemos entender filosóficamente "la caída" trascendental del hombre?

.


Sí.
No es solamente un dato de la Revelación judía y cristiana. El pecado original, la caída, puede ser entendido desde laantropología trascendental.

No es tampoco una originalidad poliana.

Platón, por ejemplo, habla de caída y redención.

Rousseau habla del instante dichoso que hizo de un animal estúpido y limitado, caído, un ser inteligente.

También Kant hace una interpretación de la caída, considerándola como la condición de posibilidad de la libertad.
No hacer caso a la propia naturaleza, dice, es lo que hace posible la libertad, lo que abre la posibilidad de que el hombre se haga a sí mismo.
Dice por ejemplo en "En defensa de la Ilustración": el primer paso fuera del estado de naturaleza fue, por el lado moral, una caída… la historia de la naturaleza comienza, por tanto, con el bien, pues es la obra de Dios; la historia de la libertad con el mal, pues es la obra del hombre.

La caída es así, según Kant, emancipación, quedando la vida del hombre en sus propias manos y cerrando la vía antropológica hacia Dios.

Polo dirá que la postura de la Ilustración es un postulado ilusorio, que sólo se sostiene porque nunca se logrará disponer completamente de sí. Si consiguiéramos "realizarnos" completamente ¿para qué nos serviría, si no encontráramos quien recibiera nuestro don?

La caída es caída. Es "ignorar" que no tenemos réplica en nuestro interior, y por eso ignorar también que sólo con el autotrascendimiento alcanzaremos a saber quiénes somos.

Si la dinámica racional o voluntaria se absolutiza, comparece la nada (Polo, La persona humana y su crecimiento, p. 192).

De esto habla Rafael Corazón en su artículo "Antropología trascendental y Antropología teológica", en el libro homenaje a Ignacio Falgueras, Autotrascendimiento (J.A. García y J.J. Padial) p. 311.2 y 317.3

En cuanto a la "nada", pueden ustedes ir a la página "Distinción. Nada. Creación" en lo alto de este blog.


.

¿Qué es la caída trascendental?

 .


"Trascendentalmente" hubo una caída (que se corresponde con lo que la teología llama pecado original). 

No es otra cosa que la comunión con el maligno, con el don "nadie". 

 

Gracias al mito del ascensor acristalado podemos entender el crecimiento de la persona humana. Se trata de una Página del Blog a la que se accede desde este enlace : https://preguntaspolianas.blogspot.com/p/el-mito-del-ascensor-acristalado.html


¿La prohibición de comer del árbol es meramente normativa?

.


No.

La proposición poliana de profundizar en la distinción real de acto de ser y esencia permite comprender que la prohibición de comer del árbol del Paraíso es mucho más que una prohibición normativa.

Es una prohibición ontológica.

Esa prohibición ontológica consiste en decir que el hombre no puede disponer de su disponer. La esencia humana es el disponer "indisponible". No debemos manipular nuestra naturaleza reduciéndola a nuestro capricho, haciéndonos señores del bien y del mal.

Disponemos del mundo, disponemos aceptando y dando dones a los otros, pero no podemos prescindir de nuestra manifestación: siempre tendremos que dar cuenta de nuestro actuar. No somos autonomía absoluta.

La persona que somos no "domina" su esencia. Nuestra esencia es distinta realmente de nuestro acto de ser.
Nuestro acto de ser es la persona que somos, y la persona que somos no se hace a sí misma con su disponer, porque su disponer, aunque tenga una cierta antecedencia, es solamente uno de los encauzamientos posibles de la persona, de la libertad de la persona, sin confundirse con la persona que es más amplia (está incluida en el ámbito de la máxima amplitud). La persona que somos "desborda" y es responsable, ante Dios y ante los demás, de su disponer. Su "disponer" no es solo suyo

Si tristemente el hombre quiere reducirse a su despliegue solitario, le acaece lo que se llama conversión a las criaturas. Pretende "cosificar" su esencia, por lo que se cosifica a sí mismo.

Es ahí donde está la tragedia humana. La prohibición de comer del árbol no es meramente una prueba de obediencia, sino la señalización de la condición ontológica de "criatura", libre.

Querer disponer de nuestro disponer es contrario a la distinción real de "esencia humana" y "acto de ser personal", pues por un lado se pretende que el acto de ser sea el disponer del disponer, reduciéndose a disponer y perdiendo la libertad.

Y por otro lado, al querer identificar la persona con su disponer, se pretende no ser criatura. Eso es querer ser como Dios.

En efecto, en Dios Ser y Esencia se identifican. Dios Es lo que Es.

Si la persona humana fuera solamente lo que es su esencia, no habría distinción real, pues sería sólo lo que es. (Ésa es la pretensión de Nietzsche: querer que el yo sea solo voluntad, querer. Pensar que el ser que soy son solo mis obras).

La persona humana no dispone de su disponer (de su esencia), sino que dispone con su esencia (con su disponer) y dará cuenta de su disponer.

Inspirado en el Cuaderno de Polo sobre la esencia humana p.108.5


.

¿Cuándo la libertad alcanza su destino?

 



La  libertad alcanza su destino cuando el don de nuestra vida, nuestro don, nuestra esencia humana, se une al Don siempre nuevo de Dios.

 

Ésa es la respuesta adecuada a mi vocación : al Don de Dios para mí, siempre creciente, se añade mi don, el don de mi vida : es el Don-don.

Entonces la libertad ya no puede volverse atrás pues vive eternamente unida al Don de Dios, al Espíritu Santo.

 

La libertad de destinación ha alcanzado su destino: ser siempre Amor, Comunión con Dios.

 

Sabremos que lo hemos alcanzado en el momento de nuestro Juicio particular, que es cuando Dios acepta mi don, que deviene Don-don.

.

¿Por qué algunos pueden ser preservados del pecado original y otros no?

.


Quizá nos acerquemos a una buena respuesta recordando las ideas sobre la distinción real entre acto de ser personal y esencia humana, difundidas por Juan A. García en su blog.

La esencia humana, apunta Juan, tiene una cierta antecedencia.

El acto de ser no es causa, sino fin, destino.

Y me parece que es por esta vía  como se puede entender mejor el pecado original.

Pues la pregunta que la gente hace es: ¿por qué Dios no me ha preservado también a mí del pecado original?

El plan de Dios es que no pequemos. Pero nuestra vida antecede al querer de Dios.

Si el pecado original, como proponemos, es la pretensión de no ser criatura inherente a la libertad nativa, solamente la persona humilde, antecede a la libertad de destinación, es decir, a la Comunión con el querer de Dios.

La respuesta antecedente de María, hizo que el plan de Dios se cumpla.

Pienso que otras mujeres y otros hombres pueden ser preservados del pecado original.
María lo fue pues Dios buscó una de esas mujeres en su Pueblo, Israel, para llenarla de su gracia santificante. 


Juan A. García, en su blog sobre Polo, del día 4 de abril 2010, aborda la distinción.
Si quieren ustedes leer una síntesis de la distinción real esencia – acto de ser, vayan al principio de este blog, a la página (en rojo) ""Esencia – Ser. Su distinción"
La etiqueta 1.7.0 contiene las preguntas sobre la distinción real.


.

¿Monogenismo o poligenismo?

.



José Ángel  Gª Cuadrado en el libro de Antropología teológica publicado por Eunsa tiene un capítulo consagrado a la Evolución y un párrafo en el que responde a nuestra pregunta sobre el monogenismo (en la página 222.2).

Allí dice que hay que conservar las fórmulas por prudencia (fórmulas de Pío XII en la Humani generis), pero que si un día la ciencia prueba que el hombre viene de varias parejas, se podría salvar la herencia común del pecado original.

Dice así : Los documentos magisteriales no han llegado a definir como de fe el monogenismo, aunque esta interpretación concuerda más fácilmente con una interpretación literal de los libros revelados.

Concretamente, en un documento publicado en respuesta a algunos errores contenidos en el Catecismo holandés se lee lo siguiente : “Si algún día la ciencia probara el poligenismo, habría que concluir que la verdad de fe, expresada en fórmulas cuyo sentido obvio es monogenista, tendría que ser despojada, como de una escoria, de ese sentido aparente”.

No obstante, la formulación monogenista explicaría de una manera más fácil la verdad de la transmisión del pecado original; por esta razón en ese mismo documento se afirma:
“La Iglesia se mantiene adicta a la perspectiva monogenista, y esta actitud es prudente".

En efecto, los enunciados tradicionales sobre Adán y Eva, y sobre el género humano caído en Adán (aunque en su forma no tengan que tomarse al pie de la letra), la Iglesia sabe que contienen una verdad perteneciente a la historia de la salvación, verdad que el Magisterio tiene la misión de salvaguardar.

No podría decir lo mismo, en estos momentos, de las fórmulas poligenistas. Por consiguiente la Iglesia conserva y pide que se conserven los enunciados tradicionales, considerando que son los únicos que con certeza salvaguardan lo que la fe nos ha dado.

Pero la Iglesia lo hace sin cerrar los ojos ante los problemas que suscitan los descubrimientos científicos.

De hecho los últimos documentos magisteriales no han tratado explícitamente la doctrina del monogenismo como necesaria para la comprensión cristiana de la realidad del pecado original.

.

¿Es el cuerpo humano inmortal?

.


El cuerpo del hombre, como el de los animales, desparecerá por razones biológicas.

Sin embargo, el cuerpo humano es inmortal en la medida en que es esencializado.

Pongamos un ejemplo. Mi espíritu podrá siempre volver al día en que mi madre me compró el libro "Aventura en el río".

Podremos reconocer como "nuestros" los ámbitos en los que el cuerpo se ha prolongado, sea en obras culturales, sea en expresiones simbólicas corporales.

Si la unión entre alma y cuerpo es más completa somos inmortales.

Incluso los cuerpos de los niños abortados vivirán en la mente de quien los amó y ama, en la memoria de Dios, que es eterna.

Si somos de carne y hueso es porque para nuestra alma el cuerpo es aún opaco. Debemos abrirlo, con gestos, con símbolos, con trabajo.

En el Paraíso los cuerpos eran transparentes. Adán conocía su sentido, por eso pudo dar su nombre a cada cosa. La presencia de Satán enturbió la mirada y apareció la muerte.

Glosa a Urbano Ferrer. Consideraciones sobre la relación mente-cerebro. Studia Poliana 11,  p.56.3


.

¿Era inmortal Adán en el Paraíso?

.


Sí, porque gracias al precepto de no comer del árbol de la ciencia del bien y del mal, no podía pecar. Su libertad no podía errar.

Mientras se sometiera al mandato divino no caería en el error inherente a la libertad nativa : el no querer ser criatura.

El pecado original es un pecado de ciencia: el querer conocer sin Dios, sin ser criatura. El conocimiento "solitario", sin el precepto, (sin Dios) provoca la posibilidad de pecar, de que su libertad erre.

Deviene mortal al no saber descifrar ya el sentido de su cuerpo. No sabe llevárselo en el tránsito. Y al no poder ofrecer su vida a Dios, no es aceptado en el Juicio.
Es la verdadera muerte : la condenación.

Para saber más sobre el pecado ver la etiqueta 12.3.1


.

Rápidamente, ¿qué es el corazón?

 



El corazón es el centro de mi yo.





.

¿Qué entendía Polo al principio como “corazón”?

 


Al principio parece que Polo entendía por corazón lo neurálgico del hombre, que según el decir poliano sería de orden trascendental o del nivel del acto de ser.

 

Así, por ejemplo, escribe que el corazón humano se corresponde con Dios como con su tema.

 

De ser así, Polo tomaría el corazón según el significado bíblico. (Muchos entienden que el significado bíblico del corazón es la persona humana. Polo matizará esa idea).

 

También en un primer momento Polo indicaba que el corazón es sede de los afectos positivos y negativos.

 

Por lo demás, si la esperanza para Polo es personal, y vinculaba ésta al corazón humano  con ello admitía de algún modo la equivalencia entre persona y corazón. Esa equivalencia se encuentra también en inéditos polianos que responden a la grabación de conversaciones filosóficas.

¿Cambió Polo más tarde su manera de entender el corazón?

 


En su obra antropológica culminar, la Antropología trascendental, Polo matizó que el corazón no es el acto de ser personal humano, sino lo más profundo del ápice de la esencia humana, es decir, lo más cercano de ella al acto de ser personal.

 

El significado espiritual de la palabra corazón indica el profundo proceder de la esencia: su nivel más próximo a la persona”.

 

¿Por qué se sintió movido a llevar a cabo esta precisión? Seguramente porque advirtió que en las expresiones bíblicas en las que se habla de corazón no sólo hay un matiz de conocer y de amar personales, sino también de ‘constitución’ de acciones humanas manifestativas: “el corazón se distingue de la persona porque ésta no constituye el tema que busca”. En efecto, ni la libertad, ni el conocer, ni el amar personales son constituyentes de actos.

¿Es el corazón lo que constituye las acciones humanas manifestativas?

 


La dimensión humana que está en el origen de esa constitución es el hábito innato de la sindéresis, en concreto, la dimensión superior de las dos que Polo descubre en ella, a saber, el querer-yo.

El querer-yo constituye los actos de la voluntad.

Si tal dimensión humana ha dado origen a que se den vicios en la voluntad, Polo indica que “es aconsejable atenerse a la razón para atajar de algún modo los malos deseos que vienen del corazón.

 

En suma, para Polo el corazón equivale al ‘querer-yo’, que no sólo es constituyente de actos, sino también, claro está, cognoscente de los mismos; por eso se le puede llamar el fondo de la conciencia: “‘yo duermo, pero mi corazón vela” (Cant., VII, 2) es una expresión del fondo de la conciencia.

El amor es el celo que consume a querer-yo”. 


¿Qué es, en definitiva, el corazón para Polo?

 


Para Polo el corazón no es el ‘acto de ser’ personal humano, sino el ápice de la ‘esencia’ del hombre, el cual depende del acto de ser personal humano y activa a las dos potencias superiores: inteligencia y voluntad.
 
Como el ápice de la esencia del hombre, que equivale al hábito innato de la sindéresis, tiene dos dimensiones jerárquicamente distintas, la inferior o ver-yo, que activa a la inteligencia, y la superior o querer-yo, que activa a la voluntad y ambas son cognoscentes, el corazón según Polo coincide con el querer-yo, porque no solo conoce a la voluntad sino que también es constituyente de sus actos.
 
Por tanto, es de entre la esencia del hombre lo más cercano al acto de ser personal. 

.

¿A qué llamé corazón siguiendo la Antropología poliana?

 


Propuse llamar “corazón” a la intimidad de la persona humana.

 

Persona, corazón, espíritu e intimidad serían, según esa propuesta, equivalentes.

 

El  Catecismo de la Iglesia católica, cuando nos da la clave del sentido bíblico del "corazón", en el nº 368, dice que el corazón es el "fondo" de nuestro ser".

 

Pensé que podíamos comprender ese “fondo”, como la persona, el espíritu o la intimidad que somos.

 

Mi corazón, según esta propuesta que, en un principio, fue poliana, es “la persona” que soy.

El espíritu que soy. La intimidad que soy. Mi acto de ser personal.

 

Pero más tarde, Polo matizó el sentido bíblico del “corazón” que en realidad no es equivalente al acto de ser personal.


¿Qué dice el Catecismo de la Iglesia Católica (n.2563) sobre el corazón?

 



CEC 2563 El corazón es la morada donde yo estoy, o donde yo habito (según la expresión semítica o bíblica: donde yo “me adentro”). Es nuestro centro escondido, inaprensible, ni por nuestra razón ni por la de nadie; sólo el Espíritu de Dios puede sondearlo y conocerlo.

 

El corazón e.Es el lugar de la verdad, allí donde elegimos entre la vida y la muerte. Es el lugar del encuentro, ya que a imagen de Dios, vivimos en relación: es el lugar de la Alianza.

 


¿Qué es un corazón endurecido?

 


Un corazón endurecido es el corazón que no “da”. 

Que no quiere dar.


Dios “da” y yo debo querer “aceptar”.

Y yo acepto al “dar”.

 

Dios me da su Don.

Yo debo dar mi don. Yo doy mi don constituyéndolo a partir de mi voluntad.

Se forma así el Don-don.

 

El corazón endurecido no da.

Es un corazón indiferente al bien que recibe.

O un corazón obsesionado con su pretensión de sí.

O un corazón seducido, partido, con doble vida.


¿Una explicación de Beto Vargas sobre el corazón?




1) La noción de espíritu no es unívoca en la historia de la filosofía.
 
2) la filosofía moderna “idealiza” el espíritu (la modernidad tiene como referencia siempre  a Hegel).
 
3) La noción de espíritu moderna no es a la que Polo se refiere cuando equipara persona a espíritu (greco-cristiana). Tampoco los Padres de la Iglesia.
 
4) Polo no idealiza el espíritu. El espíritu es “real”.
 
5) Guardini piensa que el corazón es la relación viva y real con el Dios personal y verdadero y no una idealización.
 
6) La noción poliana de persona es bastante equiparable a la de corazón bíblico, aunque ciertamente la primera es filosófica y la segunda simbólica. 
Por el contrario la noción de persona poliana no es equiparable a la noción de espíritu moderna. 

¿Qué pasa cuando el corazón se endurece?

 


Cuando el corazón se endurece aparece el odio.

Se desea la muerte de quien nos enseña a amar.

Ése es el pecado de Satán.

Odia a Dios. 

Quiere su muerte.

.