Polo, al
describir la cibernética como un modelo tecnológico que imita el crecimiento de
la vida, nos enseñó a superar el método analítico, y también a mejor comprender
cómo crece la vida real. Por ejemplo, entendiendo que el crecimiento de la vida
incluye la causa final.
Quizá, hoy día,
con los éxitos de la Inteligencia artificial, Polo nos enseñaría a servirnos
del estudio de otro modelo tecnológico que, esta vez, imita el crecimiento del
espíritu. Por ejemplo, entendiendo que el crecimiento del espíritu incluye el
crecimiento irrestricto.
La Inteligencia
artificial, a mi parecer, puede servir a la persona para aprender a desvelar
cada vez más cómo crece su “ser”.
Pero es la
persona la que desvela su “ser” al ir alcanzando su Réplica de Dios. “Ser” que
ofrece como don, en su Amor personal.
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