Lo que caracteriza a la novedad personal es el
"dar" trascendental.
Sin embargo, no debemos olvidar que la persona humana no es
un dar trascendental puro pues tiene reservas, siempre puede dar más.
El dar trascendental puro es Dios
Pero la novedad de cada persona, divina o humana es el dar.
El dar sin perder.
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