Más que decir que lo propio del hombre es ser con-otro, deberíamos decir que la persona humana es co-ser-con.
Es mejor poner el acento en el co- del co-ser, para
señalar que estamos hablando de un ser ampliado por dentro, al que conviene el
nombre de "intimidad".
El ser personal no es el ente en cuanto ente.
El "personalismo" pone el acento no en el
primer co- sino en el segundo –con. Es mejor no colocarle a Polo la etiqueta de
"personalista", aunque para él la Antropología sea también filosofía
primera.
El personalismo insiste en la necesidad de las
relaciones interpersonales, yo-tú, que son relaciones "hacia fuera",
exteriores, por eso su antropología no alcanza la "radicalidad". Al
faltarle trascendencia no llega a ver la libertad personal en su hontanar.
Las relaciones interpersonales, al exterior, nos
enriquecen, claro está, pero somos creados co-existentes en Dios. Otras
personas humanas nunca serán nuestra réplica.
Nadie podrá decirme quién seré, sin pasar por Dios. Mi réplica es mi réplica
hacia Dios.
Para saber más sobre:
la persona humana…………...etiqueta 5.0.0
la noción de "réplica"…………etiqueta 5.4.2
la intimidad…………………….….etiqueta 5.11.0
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