El hombre va más allá de la evolución cuando deja de
ser un mero animal.
El gran cambio se produce cuando el animal, en lugar
de adaptarse al ambiente, comienza él a cambiar el ambiente.
Es el proceso de hominización.
Pero la humanidad va
más allá de la hominización evolutiva justo cuando aparece la
inteligencia.
El homo sapiens lleva
a su última posibilidad la característica de no adaptarse al ambiente, y la
supera: es dueño del ambiente.
La inteligencia es un poseer. La humanización está en marcha.
La especie humana se caracteriza porque cada individuo
es dueño de sí, sobresale por encima de la especie. No está determinado como el
perro a ser perro, o la oveja, oveja. El hombre y la mujer son libres. Son
personas.
De
esto habla Polo en "Ética". Hacia una versión moderna de los temas
clásicos. 2ª edición. Unión Editorial. p. 61.2
Para
saber más:
sobre
distinción hombre-animal, ver etiqueta 4.6.1
sobre
la hominización, ver etiqueta 9.1.0
sobre
la humanización, ver etiqueta 9.2;1
No hay comentarios:
Publicar un comentario