Lo que caracteriza al
enfoque poliano es el equilibrio entre esencia y acto de ser.
La prioridad del acto de ser
no elimina, sino que respeta la naturaleza de la esencia.
Permitiendo a la vez
distinguir con claridad la actividad del ser del universo de la actividad del
ser personal.
En efecto, por un lado el esse del universo es mera persistencia
sobre el tiempo: su seguir de antes a después. Mientras que su essentia es la tetracausalidad física,
que se despliega gracias a ese "seguir" no contradictorio.
Noten cómo el freno de la
esencia permite que el universo físico sea habitable
Y por otro lado el esse personal, actividad libre de la
persona humana, es además, es el coexistir libre, que se manifiesta en el
"disponer" que es la esencia humana.
Noten cómo así somos libres
en el tiempo.
Me
he inspirado de, y copiado, algunas ideas de Juan A. García, en su blog sobre
Polo, del día 4 de abril 2010, donde hice varios comentarios.
Si quieren ustedes leer una síntesis
de la distinción real esencia – acto de ser, vayan al principio de este blog, a
la página (en rojo) ""Esencia – Ser. Su
distinción"
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