La conciencia intelectual no es realizante. Cuando uno conoce, no hace nada: el fuego pensado no quema.
Del mismo modo, el yo "pensado" no piensa.
En cambio, el yo queriente quiere; y hay un doble aspecto: sin querer, no
puede darse el yo queriente; pero sin el yo queriente, no puede darse el
querer.
Cuando queremos nos vamos autorrealizando.
Ideas inspiradas en la pregunta nº 16 de
"ANALÍTICA DEL AMOR". Entrevista de Juan Cruz Cruz con Leonardo Polo,
que pueden ustedes encontrar en el nº 33 de la revista Miscelánea poliana.
Pinchen aquí para acceder a
la entrevista completa: http://www.leonardopolo.net/revista/revista.html
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18.1.1 analítica del amor;
6.2.2 voluntad;
1.1.5 realidad
.
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