¿Culmina el don?

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Dios es transcendens y, por lo tanto, la persona humana al dualizarse radicalmente con Dios, nunca culmina.
Este no culminar no es una escasez, sino un entero sobrar, es lo que llamamos carácter de además.
 
El sentido altamente positivo del además consiste precisamente en carecer de término. En el Cielo jugaremos sin cansancio, creciendo siempre más. Ofreciendo más dones.
 
Son los dones del Amor.
Los dones del Fuego del Espíritu Santo.
Dios da (Padre), Dios acepta (Hijo), Dios es don (Espíritu Santo).
Amor.
Y en el Hijo, aportamos y aportaremos nuestras vidas (nuestros dones).
 
La libertad, si no la detenemos, es creciente. Es además y además.
La libertad trascendental es creciente, y la libertad esencial, en el tiempo humano, también lo es (si la persona "quiere").
Ser creciente trascendentalmente significa que (si no se detiene "voluntariamente") no cesa de ir hacia su fin, sin culminar, (pues su destino es Dios, ámbito de la máxima amplitud).
 
Y no cesa porque el Dar de Dios y la Aceptación de Dios no tienen término.
 
El aceptar del Amar personal es, en definitiva, una búsqueda de aceptación de la parte de Dios. Búsqueda que nos mantiene en tensión “hacia” Dios.
 
La iniciativa es divina, es Don (nuestro ser, siempre creciente). Y nuestra respuesta es don (nuestra vida realizada libremente).
 
En definitiva Don-don.

 

Gracias al mito del ascensor acristalado podemos entender el crecimiento de la persona humana. Se trata de una Página del Blog a la que se accede desde este enlace : https://preguntaspolianas.blogspot.com/p/el-mito-del-ascensor-acristalado.html


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