¿En qué sentido decimos que el ser es limitado por la esencia?

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El Ser que es Dios no es limitado por su Esencia. Ser y Esencia se identifican en Dios. Su compenetración es absoluta.

Sin embargo, clásicamente se dice que cada ser es limitado por su esencia. Y se dice en el sentido de que queriendo el Creador dar el ser al perro, la esencia de perro, limita el ser a ser perro y no gato.

Esta manera de decir es correcta, sin embargo podemos decir mejor.

Aclaremos antes que la propuesta poliana distingue entre el ser del universo y el ser personal. Veamos cómo:

Polo propone no hablar de "ser" perro o gato, sino solamente de "ser" del universo físico, en el que están contenidos todos los perros y gatos posibles y reales.

Y distintos del "ser" del universo, son los "seres" personales, libres. 
Aquí sí, cada persona es un acto de ser distinto, un quién.

Y ahora sí que podemos aclarar por qué hablar de "limitación" del ser, siendo nocionalmente correcto, no expresa bien la realidad. Veámoslo:

El ser del universo físico no es limitado por su esencia (que es la tetracausalidad), sino que la esencia se despliega según su ser. 
Este ser no es otra cosa que la "persistencia" o principio de no contradicción que el Creador ha sacado de la nada.

Y el ser que es cada persona, no es limitado por la esencia humana, sino que la esencia de cada persona es precisamente su "manifestación" que Polo llama también su "disponer".

Aunque en cierto sentido podemos seguir hablando de limitación (porque si bebo cerveza ya no bebo ron) la propuesta poliana apunta a una armonía entre essentia y esse, que en el caso del hombre es armonía amorosamente libre.

 En definitiva, el Creador nos quiere libres. Nuestro destino está también en nuestras manos. La limitación no viene del Creador sino de nuestro mal querer.

Si quieren ustedes leer una síntesis de la distinción real esencia – acto de ser, vayan al principio de este blog, a la página (en rojo) ""Esencia – Ser. Su distinción"
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