¿Por qué las medidas de gobierno exigen sumo cuidado?

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Las medidas de gobierno requieren sumo cuidado, pues aunque el hombre es naturalmente social, su sociabilidad no es innata. 

 Dicho como lo dice Julia en su primer comentario a esta entrada : aunque el hombre esté dotado de sociabilidad, debe desplegarla. 

 Fácilmente el hombre se equivoca y actúa contra la consistencia o coherencia de la sociedad. 

 Más aún, las quiebras del hombre son numerosas. 

La motivación ética de buscar la vida buena, creciendo en sociedad, no es, de entrada, el motor de su actuación. .

5 comentarios:

Consuelo Martínez Priego dijo...

Tal vez me equivoque, pero parece que es innato el ser familiar, y que la sociedad es una alternativa que se abre desde esa condición. Como alternativa nacida de algo innato... ¿no es innata?
Por otro lado, "el hombre es social porque habla" y -esto es Aristóteles- el "hombre es social por naturaleza".
¿Será que lo no innato es la cooperación como no lo es la virtud, pero la tendencia sí es innata?
Gracias

Unknown dijo...

Creo que expresado de este modo se entiende mejor lo que dice Polo. Que el hombre es social por naturaleza significa que "ser social" es algo propio de él o que está dotado para vivir en sociedad. La noción de naturaleza es filosófica con un despliegue histórico muy complejo. El término "innato" no lo es por lo que es mejor no tomarlo como sinónimo de naturaleza. Es lo que quiere decir Polo.
"Lo social" en el hombre, al ser algo de que está dotado, tiene que desplegarse, llevarse a cabo. Con otras palabras se habla ahora de la "socialización", del "proceso de socialización". Un proceso no es una alternativa ya que esta última hace referencia en cierto sentido a la elección, pero el niño no decide dejar de ser sociable o algo así.
Las dotaciones humanas, entre ellas hablar, están interconectadas de manera que si el hombre no tuviera la dotación del habla qué sentido tendría ser social, la comunicación sería complejísima y dificultaría mucho las relaciones humana. Y como todo está interconectado que el hombre tenga manos y no pezuñas también tiene que ver con el habla y con ser social. Con pezuñas el hombre no podría procurarse el sustento, sin habla el trabajo, las órdenes no podrían darse, etc.
La virtud también es propia del hombre, pero ahí entra la voluntad, la inteligencia y la libertad. La tendencia es otra dimensión de la naturaleza que también tendría que ver con lo social y coordinamos todo, porque un hombre llevado por sus tendencias estropea a la sociedad. ¿Qué te parece todos hechos unos crápulas? Pues comamos y bebamos que mañana moriremos.
No vas desencaminada solo que a veces no reparamos en las nociones y al emplear mal los términos nos liamos. Te recomiendo que leas en "Quien es el hombre" el epígrafe en que Polo comenta el carácter sistémico del hombre tal como ya lo había visto Aristóteles. Saludos

Joseph Kabamba dijo...

Ya había preparado una respuesta cuando me encuentro con el comentario de Julia que me parece muy pertinente.

Respondo, quand même, à Consuelo :

Tienes razón al decir que el hombre es social por naturaleza.

En la etiqueta 7.6 he comenzado a tratar el tema de la sociedad humana y verás que hay dos preguntas en las que Polo responde diciendo que el hombre es naturalmente social.

La ética es intrínseca al hombre, una dimensión constitutiva del hombre, no menos que la mano.

¿Por qué? Porque Dios ha creado el ser del hombre con tres hábitos innatos al ser personal (concretamente al intelecto) : el hábito de sabiduría, el hábito de los primeros principios reales y el hábito de sindéresis.

Por el hábito de sabiduría el hombre puede saber que es persona y que ser persona es co-existir.
Por el hábito de sindéresis el hombre puede saber que debe hacer el bien, y que por lo tanto debe hacer el bien a alguien.

"Puede saber". Porque, de entrada, no sabe nada, es "tamquam tabula rasa".
Es la persona la que tiene que despertar o activar sus tendencias, y concretamente la tendencia espiritual que es la voluntad.

Por eso me ha parecido oportuno añadir que el hombre es social por naturaleza, si desarrolla su naturaleza.

Polo suele decir que el hombre tiene muchas "quiebras". Aunque de entrada la persona posea el hábito de sindéresis, no siempre lo aplica, y se puede torcer. De hecho se tuerce. Es lo que los catecismos llaman naturaleza herida o secuelas del pecado de origen.

Cuando digo que las abejas son sociales por naturaleza también tendría que corregirme. Porque sociabilidad hay cuando hay virtud, y las abejas no son virtuosas, aunque lo parezca.

A esto se añade otra complicación : saber lo que quiere decir "innato" tal como apunta Julia. De hecho, Polo prefiere decir habitos "non natos" que hábitos innatos.

Decir que la tendencia espiritual (la voluntad) es innata, se puede decir. Pero en realidad la voluntad es pura potencia pasiva, que debe ser activada por la persona.

A fin de cuentas, lo que me parece más importante es tener claro lo que quiere decir "naturaleza humana". Intentaremos explicarlo en la etiqueta 6.1.0.3

La naturaleza humana es capaz de libertad. Por eso es capaz de sociabilidad.

Anónimo dijo...

No entiendo muy bien esta forma de participar ya que se introducen temas al margen del argumento central

"La ética es una dimensión constitutiva del hombre, no menos que la mano (...) porque Dios ha creado el ser del hombre con tres hábitos innatos al ser personal "

¿Qué pinta aquí la ética? ¿y la creación?

Los hábitos intelectuales son: primeros principio, no contradicción y sabiduría)

Aunque como he dicho cuando se trata de la naturaleza es mejor no tomarla como sinónimo de "innato", esta noción si es adecuada cuando se trata de los hábitos para diferenciar los intelectuales que se ejercen con un sólo acto (innato) de las virtudes, hábitos que se adquieren por repetición de actos.


Por último, Polo dice que hablar de "naturaleza libre" es una contradicción. Como mucho, en este sentido reducimos la libertad a la decisión, por eso el empeño de Polo de llevar la libertad al orden trascendental. Sólo la persona (el ser personal) es libre. La libertad es un trascendental personal.

Joseph Kabamba dijo...

Perdona, Julia, si te has perdido con el último comentario que hice.

Tienes razón en que si los comentarios introducen temas al magen del argumento central es muy difícil seguir el hilo.

A eso se ha unido el que intenté contestar a la pregunta de Consuelo, con la que ya había mantenido una conversación sobre la ética.

En esa conversación intenté explicar cómo la ética es la ciencia del crecimiento de la vida humana.
Crecemos en virtud.
¿Y cómo se adquiere la virtud? Con decisiones buenas. Es la persona la que decide.

La persona puede decidir porque es creada libre por Dios. Por eso me pareció pertinente aludir a la creación.
Sin la creación de la persona no puede haber ética y sin ética no puede haber virtud, y sin virtud no puede haber sociedad… en eso estábamos.

Introduje los hábitos innatos del intelecto personal para explicar cómo la persona activa la naturaleza y la hace crecer.
Ya sabes que Polo propone que la función atribuida clásicamente al intelecto agente, es obra de la sindéresis.

No es ahora el momento de detenernos en los hábitos innatos propuestos por Polo y que intentaré estudiar en la etiqueta 2.14 (sabiduría), 3.2 (hábito de los primeros principios reales) y 6.2 (sindéresis)

Aunque nos hemos alejado del argumento central, me parece que respondemos a la inquietud de Consuelo : el hombre está dotado o es capaz de sociabilidad. La naturaleza humana es capaz de libertad.

Decir que las naturalezas físicas son libres es ciertamente una contradicción, pero la naturaleza humana no está en contradicción con la libertad.

Toda la dotación que recibimos, de entrada, está esperando ser investida por la libertad.

El ser personal es libre, la libertad es un trascendental personal. La persona es libertad. Pero también existe la libertad esencial, en la medida en que la persona crece, abre y eleva lo que recibe como dotación primera. Poco a poco intentaremos explicarlo en la etiqueta 6.1.5

Añado solamente que es cierto que el niño no elige el ser sociable, pero será sociable en la medida en que sea virtuoso.

Y ahí están las oportunidades y las alternativas, tal como Consuelo bien intuye.