Nacer de Dios no es lo
mismo que brotar de Dios.
La persona nace, el árbol
brota.
Las naturalezas meramente
físicas brotan.
Son sustancias que se despliegan desde su radicalidad. Pero su raíz se agota. No dan para más.
Es una relación subsistente gracias a su Origen.
Estoy naciendo de Dios, valgo para Dios.
Las Personas divinas son relaciones subsistentes.
La persona humana no es una relación subsitente.
Lo es solamente en cuanto ordenada a su Réplica (la Réplica es el Hijo, la relación subsistente del Hijo de Dios).
Son sustancias que se despliegan desde su radicalidad. Pero su raíz se agota. No dan para más.
Es una relación subsistente gracias a su Origen.
Estoy naciendo de Dios, valgo para Dios.
Las Personas divinas son relaciones subsistentes.
La persona humana no es una relación subsitente.
Lo es solamente en cuanto ordenada a su Réplica (la Réplica es el Hijo, la relación subsistente del Hijo de Dios).
Sin embargo, la persona
no se agota, sino que rebrota (recomienza), subsiste, porque nace de Dios.
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