Soy
testigo del entusiasmo que Polo provocaba en sus clases.
Jesús
de Garay, Rafael Hernández, Ricardo Yepes, por ejemplo, regresaban a la
residencia exultantes, casi conmovidos.
Dignos de mención son los elogios
que el pensador español Eugenio Trías dedica a Polo y su método de enseñanza en
su Autobiografía El árbol de la vida: memorias. Pueden verse
también las afirmaciones de Ricardo Yepes “Leonardo Polo. Su vida y sus
escritos”, Studia Poliana, núm. 8, 2006, pp. 15-21.
Las propuestas de Polo no se
habían producido hasta la fecha, eran novedosas, no se habían dicho antes.
Provocaban admiración y sorpresa.
Copiado de un artículo de Miguel
Martí, "Elementos fundamentales de la filosofía de Leonardo Polo" Publicado en agosto de 2016.
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