No.
La
persona humana es co-ser o coexistiencia, apertura hacia dentro. Sola sería un
absurdo. La persona está abierta por dentro (y por fuera).
La
coexistencia, o co-ser, o la persona humana en tanto que ser, es creada
como réplica a la que debe libremente destinarse. Es un "hacia".
Es un
ser "hacia" Dios.
La
plena unidad del ser (Dios) no carece de interioridad, de intimidad. Le
conviene la réplica personal (el Hijo que traspasa el Entender divino).
El
coexistente humano busca esa réplica, la suya, en el Verbo, justamente porque
el hombre carece de ella y en su interior está solo.
Su
Cielo es el "encontronazo" del enamoramiento.
Ni
que decir tiene que Dios tampoco está solo. Su Misterio es la Unidad originaria
de Tres.
De esto habla Juan A.
García González en Miscelánea poliana n. 43: "La unidad del ser y la
coexistencia humana". 11 julio 2013. Jornadas castellanas tras el
fallecimiento de Polo.
Para saber más de la
coexistencia humana o co-ser, ir a la Etiqueta 5.5.1
.
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