Sí, pero no con una distinción numérica. No se distinguen como uno y otro más.
La distinción de razón entre el rojo y el negro se unifica en la realidad del toro, en el que inhieren el rojo y el negro. Rojo y negro son cualidades, formas accidentales del toro. No existen fuera de la naturaleza del toro como una cualidad y otra más. Hay algo en el toro que lo hace ser rojo y negro.
Son cualidades que dependen del toro. Se distinguen realmente porque dependen.
En la realidad no hay rojo y negro, como formas separadas. En la realidad hay el toro, rojo y negro.
Para Aristóteles, las diversas propiedades de un sujeto no se pueden distinguir numéricamente. Hay un solo toro, rojo y negro.
Es cierto que con la razón pienso en formas diferentes. Pero razonar no es sacar copias de la realidad. En la realidad, las formas accidentales no están separadas. Con la mente puedo separarlas, pero en la realidad existen conjuntamente.
La abstracción es el acto por medio del cual se separan entre sí ciertas formas que en la realidad sólo pueden existir conjuntamente.
La palabra "algo", no es nada en sí. Es real en la cosa concreta. Cada cosa concreta es algo. Y el "algo" lo entiendo con distinción de razón, pero no hay "algos" que correteen por la realidad.
Escoto se equivoca cuando encuentra formalidades reales en el "azul" o en "la vida". La "vida" sólo existe en el hombre, o en el caballo. La "vida" no se pasea. El "azul" existe en el mar, o en el cielo, o en un globo. El "azul" no vuela.
De esto hablan Fernando Inciarte y Alejandro Llano en "Metafísica tras el final de la Metafísica" p. 89.
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