Diciendo
que la persona es el existente que sabe
de sí, es decir, que se sabe existente, que sabe que existe.
Dios y los ángeles también
son personas, pues saben de sí. Seres incorpóreos, que no habitan este mundo.
Los hombres y las mujeres
somos personas corpóreas.
Los animales conocen, pero no
se conocen a sí mismos. No saben que existen. Ignoran lo que es existir.
Entonces me dirán ustedes que
un embrión humano no es persona.
Pues sí que es persona, pues
aunque todavía no lo sabe, lo sabrá.
Ideas sacadas del “compendio”
de Antropología “el hombre como persona” de Juan A. García González..
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