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¿Podemos llamar "además" a la persona humana?

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Sí.
La persona es luz intelectual. Luz que ve.
 
La persona ve más allá de sus operaciones, y entonces "advierte" la existencia de la realidad (la existencia de lo que es) y también "alcanza" a saber quién es.
 
Y como lo que alcanza está más allá de lo que advierte (y de lo que piensa), podemos llamar a la persona humana "además".
 
Lo que alcanza es saber que siempre se añade a Dios y a los demás.
Por eso, podemos llamar a la persona humana "además".
 
Son los dos sentidos del carácter de "además" :
a) estar más allá del pensar y
b) ser adverbio de Dios y de los demás.


¿Qué tipifica a la especie humana?

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La especie humana no está tipificada solamente por la corporeidad.

Aristote dice que los hombres se distinguen primeramente por la materia signata quantitate y dice que, por ejemplo, Sócrates y Platón se diferencian porque cada uno tiene sus huesos y sus carnes.

No se puede decir que el hombre se distinga sólo por “estos huesos y estas carnes”.
Los rasgos típicos de cada uno también tienen que ver con las dimensiones no corpóreas.


Cada quién es cada quién por el ejercicio de su libertad. Radicalmente somos novedad.
Cada uno somos un "tipo" distinto.

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¿Por qué dice Polo que en los ángeles no hay tipos?

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Para dejar claro que cada persona humana no es un espíritu angélico, un alma pura.


En efecto, cada ángel es una especie, agota su especie. Cada ángel se distingue de otro ángel por su ser espiritual (un ángel es un espíritu).


Cada hombre y cada mujer son un tipo. Tipo no es lo mismo que especie.


Cada persona humana se distingue de otra no sólo por su ser espiritual, como el ángel, sino también según el modo de estar en el tiempo, en el mundo que es común a la especie humana (el hombre es un espíritu en el tiempo).



Para saber más ir a las etiquetas:

6.1.0 especies y tipos;
12.2.1 ángeles


¿Son los “tipos” modos de ser de la persona?

 

No es infrecuente encontrar, en artículos que quieren explicar la sexualidad humana, la expresión “ser hombre o mujer son modos de ser de la persona”.

A mi entender se debería siempre añadir modos de ser de la persona “humana”.

 

Si se dice solamente “modos de ser de la persona” alguien podría pensar que las “personas” son varones o mujeres.

Las “personas” no tienen sexo.

Los ángeles son personas y no tienen sexo.

 

La sexualidad es propia de las personas “humanas” pues es propia del cuerpo humano y no del acto de ser personal.

¿Pertenecen los ángeles a una especie?

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Cada ángel es una especie distinta.

Un ángel no tiene hijos.
En la Baja Edad Media se discutía acerca del sexo de los ángeles.
El sexo de los ángeles no existe. Los ángeles son seres sin sexo, que agotan su especie.

El ángel no puede ser ni femenino ni masculino, el ángel no tiene cuerpo, es un ser espiritual y agota su especie.

Su esencia, libre, es su especie. Única.


Para saber más, ir a las etiquetas:
6.1.0 especies y tipos;

12.2.1 ángeles
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¿Hay dos hombres iguales?

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No hay dos hombres iguales, pueden ser parecidos pero no iguales.


Cada uno es un tipo distinto.
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¿Por qué la apertura "hacia afuera" tiene que ver con la unión del alma y el cuerpo?

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Los tipos son modalizaciones de la especie.

Cada persona humana es un tipo de la especie humana, pero luego las personas humanas se van agrupando según características comunes, los tipos sociológicos básicos son hombre y mujer, pero luego están los carpinteros, los albañiles…

La persona humana se abre hacia afuera y Polo caracteriza esa apertura diciendo que puede hacerlo según los tipos de co-existencia: hacia los semejantes y hacia el universo físico (el mundo de cada quién).


El tema de los "tipos" de co-existencia o apertura hacia fuera, nos lleva a hablar de cuerpo y alma.

¿Qué recibimos de entrada?: la naturaleza humana, que es común para todos los hombres; un cuerpo del universo material informado por un principio de vida.
Somos animales como los animales. Cuerpo y alma (cuerpo animado o vida).

Co-existimos con el universo material porque, en tanto que personas humanas "tenemos" cuerpo y alma. (Los animales no co-existen).

Sin embargo, nuestro nacimiento es tan improbable que exige la predilección divina.
Dios quiere, en su sabiduría, que nazca "esta" amapola.

¿Somos, entonces, resultado del azar?
No. Porque dependemos de la elección de Dios, que ha determinado las condiciones iniciales para que nazca esa amapola.

Sin embargo, y aquí está el núcleo del saber, nuestro cuerpo y nuestra alma "dependen" también de la persona que soy.

El alma y el cuerpo que somos de entrada, son "esencializados" al ir manifestándonos a través de nuestro cuerpo vivo. Pertenecen a una persona que se abre hacia fuera con ellos.

Nuestro cuerpo y nuestra alma no son como los de los animales, pues están en el horizonte entre el tiempo y la eternidad de una persona humana.

De esto habla Polo en Antropología Trascendental I, p. 208, 2.


Para saber más sobre:
el cuerpo humano…………………..etiqueta 8.0.0
el alma humana……………………..etiqueta 6.1.0

la esencia humama…………………etiqueta 6.1.0
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¿Qué pasa después de la abstracción?



Una vez que abstrae, la inteligencia  puede seguir dos vías o líneas operativas: Formal (generalización) y  Real (razón). Llamadas por los clásicos abstracción formal y abstracción total

Al darnos cuenta de que abstraemos, nos percatamos de que el abstracto es susceptible de una doble consideración a la que Tomás de Aquino denomina doble abstracción.

Las dos líneas operativas de la razón están incoadas en Aristote ; explícitas en Tomás de Aquino y proseguidas por Polo.

Al margen de estos autores el desconocimiento de ellas es casi completo.
Ello no significa que los autores no las hayan ejercido, sino que no saben que las ejercen.
En efecto, el idealismo suele recorrer con preferencia la vía negativa, mientras que el realismo se ciñe más a la positiva.

 Así habla Juan Fernando Sellés en “Breve teoría del conocimiento” p.103  


¿Cuál es la dualidad radical de la persona humana?

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Adam Solomiewicz defendió en 2019 su tesis doctoral "La dualidad radical de la persona humana"
Un intento de proseguir la antropología trascendental de Leonardo Polo.

Allí nos dice que la dualidad radical de la persona humana es nacer - destinarse.

Me permito pensarla como nacer-destinándo.se.

‘El miembro nativo de la dualidad radical humana, dice Adam, es el nacer trascendental y el miembro destinativo de dicha dualidad es el destinarse trascendental’.

‘Nacer trascendental’ significa la relación humana nativa en Dios –su Origen personal– que se extiende a las dimensiones humanas inferiores personalizándolas o empapándolas con el valor trascendental.

‘Destinarse trascendental’ es sobrepasar lo nativo: es autotrascenderse como apertura a Dios, su Destinatario personal.
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¿Cuáles son los cuatro modos de entender la dualidad radical humana que Adam Solomiewicz descarta?

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Adam Solomiewicz descarta 4 modos de entender la dualidad radical:

a) Adam descarta la doble dualidad radical poliana, pues no admite que exista una dualidad entre el co-ser y la libertad trascendental.
Yo estoy de acuerdo en que hay una dualidad más radical que la doble dualidad poliana.
Pero sigo pensando que Dios crea la persona humana según esa doble dualidad (cuatro trascendentales personales). Sin embargo, el contacto primario entre Dios y el hombre (la raíz) puede reducirse a la dualidad radical propuesta por Adam: nacer-destinándo.se.
 
b) La dualidad radical no sería tampoco la dualidad esse-essentia pues la esencia del hombre es potencial.
 
c) Tampoco la dualidad solidaria del co-ser con la sabiduría (pues el co-ser existe antes de que le conozcamos)
 
d) Y finalmente, tampoco lo es la dualidad transcendental (hombre-Dios) pues Dios transciende lo radical humano.
 

¿Cuál es la índole de cada miembro de la dualidad radical?

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Llamamos a los dos miembros de la dualidad radical:
Miembro primario o miembro nativo.
Miembro segundo o miembro destinativo.
 
El miembro segundo tiene índole destinativa: es un dirigirse a Dios para darle.
Aspira a encontrar su Destino en Dios.
 
El miembro primario estriba en aceptar su Origen.
Nativamente la persona es aceptar.
Pero es destinada a aceptar, dando.
Se destina, dando.
 
Su miembro destinativo es dar.
El aceptar da.

En su tesis, Adam Solomiewicz propone que el aceptar es “nacer” y el dar “destinarse”.

Yo los formulo como necer-destinándo.se.

Pueden ustedes leer Excerpta de Adam S. p. 35

¿Dónde se ven con más claridad los dos miembros de la dualidad radical propuesta por Adam Solomiewicz?

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De entre todos los trascendentales personales, es en el amar donal donde se ve más claramente  la distinción entre los dos miembros de la dualidad radical que buscamos.
 
Miembro primario: aceptar
Miembro segundo: dar
 
Aceptación trascendental del propio ser que se traduce, inmediatamente en dar trascendental (A.T. I, p. 248)

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¿No será la dualidad radical, la dualidad entre lo trascendental y lo sobrenatural?

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La persona humana (lo trascendental antropológico) es capaz de Dios (considerado aquí como lo sobrenatural).

Existe una dualidad entre el hombre y Dios que hemos denominado transcendental.

Pero cuando Polo habla de dualidad radical, se refiere a la persona humana (trascendental), y no a la dualidad de la persona humana con Dios (transcendental).

No queremos ahora dilucidar lo que es “lo sobrenatural”, que algunos autores presentan como intensificación del Don de Dios y que a mi parecer consiste en una anticipación de la vida eterna (El Don-don anticipado).

Basta decir aquí que las aperturas transcendentales no son sobrenaturales.

Estas aperturas son:
Humildad del aceptar (humildad transcendental del co-ser)
Además de la fidelidad (esperanza transcendental de la libertad).
Filiación del buscar (fe transcendental del entender personal).
Comunión del dar (caridad transcendental del dar personal),
 
Y tampoco son la dualidad radical.
 
Estas dualidades con Dios son posibles precisamente desde la dualidad radical de la persona humana, propuesta por Adam S., nacer-destinarse, o la doble dualidad de los trascendentales personales propuesta por Polo.


¿Por qué Adam Solomiewicz busca una dualidad más radical que la doble dualidad poliana?

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Porque la doble dualidad “es” la persona y la raíz es solamente el primer eslabón por el que se nutre la persona.
 
Don Leonardo propone una doble dualidad, comprendiendo el co-acto de ser humano, como la dualidad primaria, llamándola “dualidad radical”, que tiene dos miembros: la apertura interior y la apertura hacia adentro.
 
Estos dos miembros son dos dualidades. Por eso hablamos de doble dualidad.
1. Co-ser y libertad (apertura interior).
2. Transparencia y amar donal (apertura hacia adentro).
 
Adam investiga el asunto y propone una dualidad aún más radical.
Es decir, no hay persona humana y no hay tampoco trascendental personal humano sin esta dualidad: nacer-destinarse (que yo traduzco con un nacer-destinándo.se).
 
Es cierto que a la base de todas las dimensiones humanas aparece la doble dualidad poliana, pero concuerdo con Adam en que la raíz, lo más radical, es el nacer-destinarse, pues “raíz” es lo que chupa el agua viva.
 
El nacer-destinándo.se es propiamente lo más “radical”.
 
 Pueden ustedes acceder a la propuesta de Adam siguiendo este enlace, en la p. 31

 https://dadun.unav.edu/bitstream/10171/59347/1/02_solomiewicz_29_web.pdf

 


¿Cuáles son los sentidos de la dualidad radical?

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La dualidad radical tiene cuatro sentidos, que se corresponden con los cuatro trascendentales (radicales) personales descubiertos por Polo.
 
1. Sentido coexistente, que da lugar a las estructuras convocantes trascendentales.

2. Sentido libre, que da lugar a las estructuras futurizantes trascendentales.

3. Sentido cognoscitivo, que da lugar a las estructuras luminosas trascendentales.

4. Sentido amoroso, que da lugar a las estructuras donales trascendentales.
 
Noten que los cuatro sentidos son duales: estas dualidades  pueden formularse así en primera persona:
1. Coexistencia nativa en el orden de mi Origen – Coexistencia destinativa en el orden de mi Destino.

2. Libre para dar – libre destinándome a ser aceptado.

3. Conocer nativo de mi Origen – conocer destinativo de mi Destino.

4. Aceptar mi ser – dando mi ser.
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Pero aún hay más, pues cada trascendental personal es abierto por Dios, dando lugar a las aperturas transcendentes:

1. Humildad transcendental (etiqueta 5.13.2)
2. Fidelidad transcendental (etiqueta 5.13.4)
3. Filiación transcendental (etiqueta 5.13.3)
4. Comunión transcendental (etiqueta 5.13.5)


¿A qué llamamos amar donal o "amar personal humano"?



El amar personal humano o amar donal es el más íntimo de los radicales de la persona humana. 

 Los trascendentales personales o radicales de la persona humana son: 
co-ser, 
libertad, 
entender personal y 
amar personal o amar donal.

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¿Cómo explica Polo la dualidad radical?

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Polo dice que en antropología es preciso profundizar en las dualidades humanas, hasta alcanzar la dualidad radical. (AT. I, p. 201).
 
Polo habla de una doble dualidad radical, formada entre lo que llama apertura interior y apertura hacia adentro.

La apertura interior es la dualidad entre el co-ser y la libertad trascendental.

La apertura hacia adentro es la dualidad entre el intelecto personal y el amar donal.
 
Cualquier persona humana, es creada con cuatro trascendentales personales.
Ninguno le falta.
Y los cuatros componen una doble dualidad.
 
¡Qué gran descubrimiento!
 
 
Para saber más ir a la p.31 du pdf : https://dadun.unav.edu/bitstream/10171/59347/1/02_solomiewicz_29_web.pdf


¿Podemos dar la persona que somos?

 


No podemos dar nuestra persona porque la persona, simplemente, no “es”, sino que “será”.

Podemos comprometer nuestro futuro, pero no poseemos el futuro. No nos poseemos completamente. Siempre seremos “inidénticos” (la Identidad es divina).

La persona se da a través de su esencia (a través de su vida, porque su vida es su esencia).

Al dar nuestra vida estamos ratificando nuestra fidelidad.

El amar donal (o amar personal) será siempre activo, siempre crecerá más.

Y se manifiesta queriendo, para siempre.

Cuando nos adentramos en la antropología trascendental corremos el riesgo de despreciar la esencia, pensando que el acto de ser humano no necesita de ella.

Nos olvidamos de que el dar donal se da a través de su esencia.

Y, como dijo Juan A. GG, la esencia es “esencial”.

¿Es la persona humana, trascendentalmente, dual o triádica?

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En esta vida, la persona humana es, radicalmente, dual.
 
Y lo es también según el amar donal (cuyo miembro superior es aceptar y cuyo miembro secundario es dar).
 
En el Cielo, la persona humana será triádica, al entrar en comunión plena con Dios, viéndole cara a cara, conociéndose, como Dios la conoce.
 
En esta vida rigen dos estructuras donales.
Primera: aceptar el actus essendi dado por Dios.
Segunda: dar a Dios el don esencial esperando su Aceptación.
 
Pero cuando Dios Acepta definitivamente (en el Juicio) el don esencial de la persona humana, regirá la estructura donal tercera (la Salvación), cuyo anticipo es la gracia santificante.


¿Por qué llamamos hiperformalización al autoperfeccionamiento propio de la esencia humana?

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Ya hemos dicho que los seres vivos del universo, en tanto que "vivos", poseen una causa eficiente intrínseca, un automovimiento

En el hombre, la vida recibida de los padres está animada, además, por la vida personal, que es un disponer libre, por parte de la persona. La persona dispondrá gracias a la vida recibida de los padres, esencializada humanamente desde el momento de la concepción.

Llamamos hiperformalización al "refuerzo" de la forma, que no es solamente la causa eficiente propia de un ser vivo del universo físico, sino la posibilidad de servir a la manifestación de la persona. Cada vez que actuamos libremente adquirimos hábitos y virtudes que mejorarán nuestro disponer futuro. Se va añadiendo más hiperformalización (los hábitos y virtudes).


Esa posibilidad de disponer habitualmente más son los hábitos, que son así un autoperfeccionamiento de la esencia humana. 
Está bien llamarla hiperformalización pues las facultades adquieren una nueva configuración, una nueva forma, que las deja mejor dispuestas para la siguiente acción.


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¿Qué estructuras antropológicas derivan de la dualidad radical?

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Si tenemos en cuenta que la dualidad radical tiene cuatro sentidos (coexistente, libre, cognoscitivo y amoroso), de ellos derivarán 8 estructuras trascendentales y 4 transcendentales.
 
Las estructuras trascendentales serán 8:
Dos convocantes.
Dos luminosas
Dos futurizantes
Dos donales.
 
Las estructuras transcendentales serán 4:
Estructura convocante tercera o Humildad transcendental. (Etiqueta 5.13.2)
Estructura luminosa tercera o Filiación transcendental. (Etiqueta 5.13.3)
Estructura futurizante tercera o Fidelidad transcendental. (Etiqueta 5.13.4)
Estructura donal tercera o Comunión transcendental (Etiqueta 5.13.5).


¿Qué es la esencia?

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Podemos describirla con una imagen: la esencia es el meollo de un ser.
 
Como el cogollo de la lechuga, como el corazón sabroso de la alcachofa.
 
La esencia es la verdad de cada cosa. Lo que cada cosa es.
 
La esencia es el meollo, o de otra manera, esencia es el “busilis”. Busilis es una de las palabras con las que uno puede referirse al meollo inteligible de la realidad.
Busilis significa también punto de extrema dificultad, lo más enigmático de un asunto, su punto clave.
 
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Sin embargo, ser meollo no quiere decir ser lo más profundo de un ser.
El meollo de una persona humana es su esencia, su yo. Pero ¿quién soy yo? Más adentro del meollo soy “además”. Mi intimidad es mi “además”, mi además del yo.
Una cosa es quién soy (persona) y otra cosa es lo que soy (esencia, yo, lo que he llegado a ser).
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Debemos hacer otra observación:
Polo, filósofo de la distinción, distingue entre la esencia humana y la esencia del universo.
 
La esencia humana es la manifestación de la persona: todos somos personas, pero cada uno tenemos nuestra verdad, nuestra "esencia", nuestro "meollo" personal: mi vida.
 
La esencia humana (la vida de cada hombre) es así la manifestación libre de la persona humana (su disponer).
 
Pero la esencia del universo o esencia extramental es distinta a la esencia humana. En efecto, no es libre, es sencillamente un despliegue tetracausal del ser del universo.
 
 
En un glosario, que Juan Fernando Sellés tuvo la amabilidad de enviarme, trata así a la esencia :
 
Esencia(del latín essentia) del universo es la concausalidad entera (materia, forma, causa eficiente y causa final), es decir, los principios reales en los que se analiza el acto de ser del universo. Debe distinguirse, por tanto, la esencia física del acto de ser del universo. No debe confundirse, por otra parte, esta esencia referida a lo físico con la esencia humana.
 
Esencia humana
es la naturaleza humana perfeccionada por hábitos y virtudes. El término designa el disponer, aquello según lo cual disponemos, no quien somos. De la esencia son las facultades superiores del alma, la razón y la voluntad, específicamente cuando éstas están perfeccionadas por los hábitos. Cuando tenemos hábitos (virtudes en la voluntad) podemos disponer mucho mejor de nuestras potencias para actuar según ellas son, (no para disponer de ellas) es decir, gracias a los hábitos y virtudes podemos pensar mejor y podemos querer más y mejor.

 

En la etiqueta 1.16.0 tratamos del Inicio de la Filosofía.

Etiqueta 1.1.4 la esencia.


Distingamos entre enterarse, entender y encontrarse con la verdad

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El "conocer" intelectual, es el enterarse de algo cuando el intelecto agente ilumina, es la “operación” de conocer.

El "entender" consiste en darse cuenta, comprender, darse cuenta de que conocemos.

El "saber" consiste en discernir entre conocer que conocemos (entender) y el origen del conocer (soy hijo).

 

Polo distingue entre "enterarse", "entender" y "encontrarse con la verdad".

 

1. "Enterarse" se refiere a recibir una información que, sin embargo, el entendimiento no llega a comprenderla como suya.

Es el conocer "operativo" con el que funcionamos los hombres inteligentes cuando somos conscientes.

Tiene como base la función atribuida por los clásicos al entendimiento agente, el iluminar, abstrayendo. Es una conciencia meramente "objetiva". Polo utiliza también el término "alteración".

 

2. "Entender", cabalmente, implica una movilización mayor de la inteligencia. Es el ejercicio de los hábitos innatos que nos permite "comprender" lo que conocemos. Así, con el hábito innato de sindéresis, conocemos que conocemos.

 

3. "Lo entendido" puede "además" ser alumbrado como "encuentro con la verdad". Se trata del verdadero discernimiento. Ser hombre de criterio. Al ejercer la sabiduría, podemos saber quiénes somos: hijos que cantan a su Padre. Mi vida es mi cantar.

 

Así, un teorema matemático puede ser utilizado funcionalmente (enterarse), puede ser entendido, conociendo que lo conocemos más o menos, pero también podemos caer en la cuenta de que en él la verdad me ha salido al encuentro.

Tal caer en la cuenta de que al entender el teorema uno mismo se encuentra con la verdad, no es simple asunto de la inteligencia sino que corre a cargo de la persona.

Así vivimos con sentido. Saboreando el vivir.


¿Es la vida el ser del viviente?

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Para los seres vivos, su ser es vivir, si no viven ya no son lo que son, serían otra cosa.

Yo puedo ser alto o bajo, pero no puedo dejar de vivir. La vida no es un accidente.

 

Mi amigo Yepes dice que vivir es un modo de ser.

Vivir es ser, para los seres vivos.

 

El modo de ser más alto es el Ser de Dios, Acto puro. Vida suprema.

 

Ese "ser" que es la vida, ¿qué es?

¿Es el acto de ser de los seres vivos?

¿Es la esencia de los seres vivos?

 

En Dios, Ser y Esencia se identifican, no lo olvidemos.

 

Lo que caracteriza a cualquier ser vivo es su unidad autoactivamente coactual.

 

"Unidad": un ser.

"Autoactividad": se activa a sí mismo.

"Coactual": rico en novedades.

 

Dios es Uno y Trino. Rico en Personas.

 

Dicho de otra manera, la vida es la permanencia de la distinción de actos, en la unidad. A más actos, en unidad, más vida. A más permanencia, más vida.

 

Ideas sacadas del artículo de don Ignacio Falgueras "La noción de vida en Leonardo Polo", aparecido en Miscelánea poliana nº 55.

 

Pueden ustedes encontrar en este blog una Página muy extensa sobre la vida. Basta pinchar aquí :

https://preguntaspolianas.blogspot.com/p/la-vida.html

 

Este artículo fue publicado en Miscelánea poliana en 2020 : https://www.leonardopolo.net/docs/MP69-F.pdf


¿Es la vida coactualidad?

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La vida es el cambio sin cambiar.

Me explico.

 

Dios es Fuego.

No cambia. Pero es Vida. Es crecimiento Originario.

En su Acto puro no hay potencia.

Es, a la vez, infinitud de actos inabarcables.

Más vida, más coactualidad.

La manifestación de esos actos es su Vida, es su Gloria.

 

La infinitud de actos en Dios no cambia, pero cambia su manifestación, cuando quiere y como quiere.

Puede crear o no crear.

Es Amor.

Es Comunión.

 

La acción vital no puede ser propiamente un movimiento.

Y es así como se llegó a descubrir lo que llamamos movimiento "inmanente". Un cambio sin cambio. Vida.

 

El movimiento inmanente no es como el movimiento continuo.

Movimiento continuo es, por ejemplo, construir una casa. Mientras la construimos estamos en movimiento. Una vez construida el movimiento cesa.

Este movimiento continuo se define como el acto "en potencia", en cuanto que está en potencia. Todavía no es el acto que debe ser. Está cambiando. Está en movimiento.

 

El movimiento inmanente, al contrario, "ya" es. Al ver, ya estamos viendo.

Se le puede llamar movimiento discontinuo. Se ha pasado de acto a acto, sin pasar por la potencia.

En su origen ya está todo lo que puede ser.

Se manifestará en la medida en que el ser tenga libertad, en la medida en que sea dueño de sus actos.

 

La máxima libertad es la libertad divina.

 Pueden ustedes encontrar en este blog una Página muy extensa sobre la vida. Basta pinchar aquí :

https://preguntaspolianas.blogspot.com/p/la-vida.html

 

Este artículo fue publicado en Miscelánea poliana en 2020 : https://www.leonardopolo.net/docs/MP69-F.pdf

 

 


¿Es la intimidad una ampliación?

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Sí. 
La intimidad humana equivale a la ampliación interior de la persona.
No somos solamente “ser”, sino que somos acompañados por dentro y libremente acompañamos.
La intimidad es co-ser, ser ampliado por dentro.

La persona es “además”
Ser además es abrirse íntimamente a ser, sobrando. Más que persistir, significa acompañar, intimidad. Co-ser, co-existir.

La máxima ampliación es nuestro co-existir en Dios.

La dualidad radical “nacer-destinándo.se”, se abre a Dios, desde Dios, según lo que llamamos apertura transcendental.

Radical apertura dual a Dios, “mi Origen” y “mi Destino”.
Es en el ser personal de Dios donde la persona humana va encontrando su intimidad.
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