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Testimonio de Louis Cardona


                         


                                  LEONARDO POLO,


                UN ARISTÓTELES PARA LA III ERA

 

Louis Cardona

Universidad Libre Internacional de las Américas (ULÍA)

 

1.    Agradecimiento

Como testimonio indirecto1, tengo que agradecer mi primer encuentro con lo Leonardo Polo a tres personas2.

El primero que quiso motivarme a conocer a Leonardo Polo es el doctor Francisco Moya, el cual me pasó el enlace de unos vídeos del profesor Juan A. García3.

En el primero de ellos, el profesor García explica, entre otras cosas, el por qué convendría ampliar la metafísica tomista. Ahí tocó un tema que yo llevaba tiempo intuyendo, pero que, como no soy filósofo, tampoco tenía muy formalizado ni pertenecía a una de mis prioridades intelectuales.

Paco Moya me facilitó también dos vídeos donde el profesor Juan Fernando Sellés hacía una introducción general a la antropología trascendental y donde dijo que si alguien quería ponerse en contacto con él pues que le escribiera a su correo electrónico.

Acabé escribiendo a los dos: a Juan García y a Juan Fernando Sellés.

Juan García me puso en la mailing list de la revista4 del Instituto de Estudios Filosóficos Leonardo Polo (IEFLP)5. Y Juan Fernando Sellés me dijo que, quizás, en un futuro próximo se haría un curso sobre la filosofía de Leonardo Polo, pero no me dijo nada más, solo que me animó a seguir estudiando.

Al cabo de un tiempo recibí la revista del IEFLP donde se anunciaba el próximo inicio del curso superior sobre la filosofía de Leonardo Polo en la Universidad Navarra, en modalidad online. Cuando quise inscribirme, Juan Pablo Puy6 me respondió diciendo: “mira, ya no hay plazas, pero, no sé por qué, hay profesores que dicen que te tenemos que inscribir, con lo cual puedes hacer el curso”7.

Gracias a ese curso mi relación con Polo se ha ido intensificando y he ido conociendo a más gente.

Bueno, esto es solo para introducir mi testimonio.

 

 

 

 


1 No he tenido la suerte de conocer a Leonardo Polo en vida. Aunque nací en Barcelona y pensé estudiar filosofía en la UNAV, al acabar el bachillerato emigré a Suiza. Era el 1976. Tomé la nacionalidad helvética y desde entonces toda mi actividad se ha desarrollado alrededor de ese país. Como formación soy economista (Ginebra), informático de gestión empresarial (Zürich) y doctor en Inteligencia Artificial (Friburgo, CH).


2 Tendría que agradecer a muchas personas el haber podido conocer a Leonardo Polo. Pero, históricamente hablando, estas tres personas se encuentran en la génesis de ese encuentro.


3 Se trataba de unos cursos que dio en el PAD de Lima (2016, 2017). Se pueden encontrar en YouTube:

https://www.youtube.com/playlist?list=PL88uUgLnu--NADXlgkNI1kaEroPorjowc


4 Se trata de Miscelánea Poliana: https://www.leonardopolo.net/revista-miscelanea-poliana/


5 https://www.leonardopolo.net/


6 Juan Pablo Puy es un doctorando que hace de asistente al prof. Sellés en la organización del curso superior sobre la filosofía de Leonardo Polo que organiza la UNAV. A él le tengo que agradecer especialmente que haya podido ser admitido en el grupo de investigación del profesor Sellés: https://www.unav.edu/web/grupo-investigadores/continuacion-del-pensamiento-de-leonardo-polo 


7 Probablemente el profesor Sellés se acordó de mi interés y pidió que se hiciese conmigo una excepción: que pudiese tener una plaza de la que ya no había. Le estoy inmensamente agradecido por este acto de generosidad ante alguien que, en aquel momento, era un extranjero desconocido.


2.    Interrogantes respondidos y apertura mental

Leonardo Polo ha supuesto la respuesta a muchos interrogantes que me iban apareciendo en los últimos años. Uno de ellos se podría describir así: ¿porque tenemos que ir siempre al siglo XIII para hacer filosofía si la realidad es un ahora? Polo se esfuerza por descubrir qué es el ser y como acceder a él; cómo intentar conocer la realidad tal como es en sí. Esto es lo que más me interesaba.

Al estudiar a Polo, esos interrogantes se ha convertido en retos, porque Polo me llevaba mucho más lejos de lo que era capaz de comprender; retos que han provocado, en mí, una apertura mental con la consiguiente ampliación8. Se trataba de verdaderos descubrimientos filosóficos, como p.ej., la presencia mental, la articulación del tiempo y la distinción entre real, ideal e intencional.

También me interesó mucho la proyección hacia el futuro porque yo, por mi formación académica, estoy naturalmente y profesionalmente orientado hacia el futuro.

Por la descripción de la persona como libertad trascendental Polo me proyectaba hacia el futuro: hacia una posesión del futuro que no lo desfuturiza9.

Polo me ha ayudado a ampliar mi modo de ver las cosas, en particular la persona que soy, como novedad, como proyecto divino. Ahora indicaré algunos de los descubrimientos que voy haciendo gracias a él, aunque estén todavía en los primeros pasos y necesiten ser matizados, pulidos, corregidos, contemplados10.

3.    Persona, no sustancia

Liberarme de la noción de persona como sustancia ha supuesto un gran bien para mí, porque la sustancia es actualidad pensada, mientras que la realidad es actividad. Cada vez me costaba más entender al hombre de modo “esquemático”11: partes que estaban unidas entre ellas. Para mí, en aquél entonces, el ser era información, lo que hacía que el hombre no pudiese ser solamente composición de alma y cuerpo.

Con Polo he aprendido que ser es el conocer de un espíritu en su ámbito espiritual. Conocer es más que información. Me ha dado más luz. La realidad tanto extramental como personal adquiere mucho más sentido.

La persona es un acto de ser distinto de los “algos”12, como veremos más adelante13.

Porque claro, la persona humana no es como una criatura no personal, porque el modo como Dios la crea es distinta. La persona tiene intimidad, porque es libertad co-existente, cognoscente y amante.

4.    El lenguaje

Polo, en rigor, no es un pensador14. Es muchísimo más.

 

 

 


8 Ahora diría que se ha establecido una dualidad intelectual entre Polo (miembro superior) y yo (miembro inferior) que supone para

una fuente, un manantial de crecimiento intelectual irrestricto.

9 El primer texto de Polo que intenté leer por mi cuenta fue sobre la esencia (cfr. Obras Completas XXIII, pp. 295 y ss.). Un fracaso total en aquel momento: estaba muy lejos de entender las cosas como Polo las entendía. Ahora leo de nuevo ese texto con gran alegría. Me parece un torrente de luz. Me gustaría que tanta gente pudiese llegar a sentir lo que yo siento cuando leo un texto como éste.

10 Con cierta frecuencia el profesor Sellés dice que él no es Polo. Que es solamente un pollino. Pues yo, quizás, soy la raíz cuadrada

del pollino…

11 Considerar al hombre como sustancia acaba llevando a disecarlo en partes. Es todo artificial, porque es pensado. El hombre real no es sustancia.

12 “Algo” es una criatura no personal: cosas, plantas, animales…

13 La diferencia entre el hombre y el universo no se da a nivel esencial, sino a nivel del acto de ser. Esto es un descubrimiento formidable. Está claro que la esencia humana, como manifestación personal, también se diferencia del universo.

14 Para los pensadores actuales son, a lo sumo, filósofos de segunda categoría. Es gente que piensa, pero pensar pensamos todos. Como escriben bien y dicen cosas sorprendentes, sus pensamientos llaman la atención de la opinión pública. Se hacen un nombre, venden algunos libros, y su fama dura el tiempo que dura: casi siempre son “fuegos de bengala”.


Pensar para Polo –y esto me gusta mucho– es la operación inmanente, el conocer objetivo. O sea, el hombre no solo piensa. Pero la gente común, incluso muchos filósofos, hacen del pensar la única actividad intelectual. Y esto lleva a una gran confusión.

Al descubrir el hombre como ser dual, Polo presenta una visión poliédrica con respecto al conocer: se podría decir que, para Polo, el conocer humano es como una pirámide abierta invertida, creciente, irrestricta, cuyo vértice inferior es el conocer objetivo, o, si se quiere, el límite mental, que se puede abandonar de cuatro modos: advertir, explicitar, alcanzar y demorarse.

¿Por qué hablo del lenguaje?

Porque Polo está muy interesado en ser preciso a la hora de nombrar sus descubrimientos15. Seguramente quiere evitar dos peligros mortales para la filosofía:

-       el abuso de las analogías16, que puede conducir a un realismo borroso17, confuso;

-       la hermenéutica, que lleva a interpretar la realidad según la lógica humana18, lo que conduce a un idealismo barato.

Polo no acepta que “pensar” sea cualquier actividad intelectual. Porque no es lo mismo pensar que advertir, que alcanzar, que explicitar, que demorarse, etc.

Es muy llamativo el esfuerzo que hace Polo para utilizar verbos para los actos, mientras que utiliza sustantivos para las potencias y facultades19. De ahí que su modo de nombrar a la persona humana como adverbio –además– tenga una enorme carga semántica20.

5.    Regalo

A propósito del lenguaje: considero que mi interés por Leonardo Polo no es solo intelectual y tampoco es debido solamente a una coincidencia con aquellas personas a las que estoy muy agradecido.

Se trata de algo mucho más profundo, íntimo: es un regalo que Dios me ha hecho para que pueda conocer lo que Él está haciendo en . Porque, como dice S. Josemaría Escrivá, llega un momento en que


15 El proyecto PODIUN (cfr. https://www.unav.edu/web/departamento-de-filosofia/investigacion/podiun), dirigido por Santiago Tejero, contiene las obras publicadas de Polo como Corpus, de modo que pueden ser consultadas en el ámbito de investigaciones científicas. Se puede acceder a través del enlace: https://polo.podiun.org. También se puede acceder a través del enlace siguiente: https://leonardopolo.ch/podiun/.

Todavía falta un estudio lingüístico de las obras completas de Polo. Pero se puede decir que en las 36 que han sido publicadas hasta ahora, el número de palabras utilizado es de casi 5 millones. El vocabulario comporta 60’511 vocablos diferentes, lo que significa un dominio lingüístico muy superior a la media alta. Predomina naturalmente la lengua española. También aparecen términos latinos, griegos, franceses y alemanes. En menor medida aparece algún vocablo en italiano y en inglés. Lo más sorprendente es que intenta utilizar algunos términos comunes en una acepción más originaria, quizás abandonada, con el fin de reportar la cultura hacia unos derroteros desde los cuales se puede continuar el realismo filosófico. P.ej. el término esencia. Polo considera la esencia, según Aristóteles, como perfección de la naturaleza. Cfr. GARCÍA, JUAN A., “La persona humana en la antropología trascendental de Leonardo Polo. Cuatro matizaciones a la distinción tomista real de esencia y ser”. Comunicación presentada en las III Jornadas de la Asociación Española de Personalismo. 16-17 de febrero de 2007, p. 4.

16 Sería oportuno descubrir para cada realidad un término que la defina de modo unívoco, reconociendo que no será siempre posible, especialmente cuando se quiere hacer una filosofía sobre Dios a partir de la Revelación (que utiliza con frecuencia términos análogos). 17 Mucha gente confunde, p.ej., sentimientos, emociones y afectos. Para ellas se trata de sinónimos. Por ello confunden lo corporal, con lo sentimental y con lo personal. Luego, si tienen un déficit afectivo lo quieren “curar” con emociones. No hay que sorprenderse si esas “curas” no son eficaces. Otro engaño muy de moda es el yo-sujeto reflexivo. Algunos quieren solucionar, p.ej., los vacíos de amor con el “self-love” (auto-amor). ¿Cómo es posible que la gente se deje engañar así? Pues ante la desesperación, tener un psicoterapeuta que te oye, que te escucha, ya te da algo de sentido… No es el auto-amor que cura, sino la sesión de psicoterapia.

Pero no es ese un amor verdadero, ya que se construye a partir de una relación médico paciente que se materializa en las facturas, normalmente caras, que hay que pagar.

18 La realidad no se interpreta sino que es. No corresponde decir al hombre cómo es, sino descubrirla tal como ella se presenta ante él.

19 A veces tiene que hacer alguna excepción como p.ej. con la coexistencia libre. En cambio es llamativo que el yo (moderno) lo presente como una dualidad (que es manifestación de actividad) de ver-yo y querer-yo. Este esfuerzo provoca en el lector una llamada a abrir la mente: experimentar la actividad real (dualidad) en vez de pensarla conceptualmente (“yo”).

20 Quizás por mi background informático aprecio particularmente la univocidad de muchos términos usados por Polo.


sobran las palabras…21. La antropología trascendental de Leonardo Polo constituye un mapa que me ayuda a orientarme en el manantial de agua viva donde puedo entretenerme “trinitariamente” con Dios.

6.    El ser segundo: la persona humana

Supone un gran enriquecimiento, que no me canso de considerar, el hecho que la persona sea un ser segundo. Las criaturas no personales necesitan distinguirse de la nada para ser algo, para distinguirse de Dios. En cambio, el ser personal no necesita de suyo distinguirse de la nada para ser algo, ya que se distingue inmediatamente de Dios por ser alguien, como dice el profesor García22: con punto de partida, del que se desaferra, y al que vuelve.

Pues esto es un gran progreso con respecto al concepto boeciano de persona.

7.    El hombre: un ser dual23

Otro punto que me llama la atención de Polo es la dualidad, no el dualismo ni la dialéctica. Hablar de dualidades es también hablar de jerarquía.

Porque el hombre tiene dos modos de proseguir a partir del conocer objetivo: la vía afirmativa (racional), y la negativa (generalización), que intenta siempre unificar.

Por eso, el hombre, cuando piensa, piensa en dos: afirma y niega. Y la progresión cognoscitiva se cifra en cómo relacionar estos “dos”. Ante las tres posibilidades: dualismo, dialéctica y dualidad, sólo la dualidad permite arrojar luz sobre la realidad sin caer en aporías. Por eso mismo, sigo muy interesado en conocer cada vez mejor la teoría del conocimiento de Polo, la más completa y coherente que algún filósofo haya conseguido hacer en toda la historia de la filosofía hasta ahora.

8.    Anticipar el futuro.

Polo, indirectamente, pone las pautas para la empresa del siglo XXI, porque pone la persona en el centro de la gestión empresarial.

Si en el siglo XX se han buscado modelos24 para que el empresario pudiese aprender a ser un buen empresario, en el siglo XXI es el empresario el que tendrá que ser el miembro superior de la dualidad con el modelo empresarial (miembro inferior)25.

Los modelos que utilizarán serán válidos si el empresario es el actor, su activador. Lo que significa también que el empresario sea capaz de actuar realmente, auténticamente, personalmente.

¿Por qué es importante esto? Pues porque la realidad, conforme vaya pasando el siglo XXI, tendrá que armonizarse cada vez más con los metaversos26. El futuro ya no será lo que ha sido.

Lo primero que tendrá que definir el empresario es la realidad en la que querrá ser como empresa27.


21 ESCRIVÁ DE BALAGUER, J.M., Amigos de Dios, https://escriva.org/es/amigos-de-dios/, §307.

22 He apreciado mucho la conferencia de Juan García dada en las Jornadas conmemorativas del X aniversario del fallecimiento de

Leonardo Polo. Cfr. https://leonardopolo.ch/jornadas/: Semejanza y diferencia entre la persona humana y su creador”.

23 Una explicación profunda, aunque algo incompleta, se encuentra en PIÁ TARAZONA, S., El hombre como ser dual, EUNSA, Pamplona, 2001.

24 Se ha intentado hacer del management una ciencia. Por eso se ha establecido una dualidad, en la que el modelo era miembro superior y el empresario miembro inferior. Al finales de siglo, con un ambiente cada vez más cambiante –se va notando el inicio del cambio de Era, del que hablaremos más adelante–, esta dualidad equivocada ha llevado a no pocos fracasos empresariales (como p.ej. ha sido el caso de Kodak). Cfr. CARDONA, L., Anticipar el futuro, Conferencia del XVI encuentro de la empresa poliana. 2023, https://youtu.be/Ll5vpwu_Bz0.

25 Más tarde se vislumbrará que la III Era obligará a corregir los errores duales de la II Era. La antropología volverá a ser miembro superior con respecto de la ciencia (algo así como fue la filosofía en la Edad Media). Lo mismo sucede aquí, en el ámbito empresarial: si en la II Era el modelo es miembro superior, en la III Era tendrá que aceptar quedar como miembro inferior.

26 Ya la finanza actual tiene mucho de metaverso, porque el enlace con la economía real es cada vez más frágil. La economía presenta resultados, balances, la finanza se interesa por el futuro, las proyecciones, etc. Por eso, la afirmación de alguien importante, como p.ej. Elon Musk, puede tener más peso que muchos años de esforzado trabajo con resultados sólidos.

27 Acabo de conocer a un influencer que tiene 4 millones de followers. Tiene 17 años. Acaba de firmar un contrato de consejero de

comunicación con una empresa importante que le pagará 16’000€ a la hora de trabajo. Mucha gente no se lo cree. No puede ser.

¿Quién es este chiquillo que no tiene ni el bachillerato? Ya. El futuro no es lo que era. Y la realidad económica tampoco. Todavía no


9.    La vida no es un proceso

En la revolución digital28, lo propio del siglo XXI, el hombre cree haber incorporado lo inmaterial a lo material con un dualismo: software-hardware. Tiene la sensación de haber cubierto un déficit que la ciencia agnóstica había olvidado voluntariamente29. A pesar de las buenas intenciones, se ha olvidado de algo más importante: la vida. La vida escapa a la dualidad software-hardware30.

En efecto, el software, en cuanto que información digital, genera procesos que parten de una potencia y se concluyen con el acto, tienen un principio, desarrollo y fin. Una vez conseguido el fin el proceso termina: es la condición necesaria para que se pueda hablar de algoritmo.

Pues Polo muestra que la vida no es eso31. La vida no es un proceso. La vida es práxis teléia, actividad instantánea, que ya obtiene su fin desde el principio, y continúa a crecer (o decrecer). Esto tiene su importancia porque en el futuro convendrá ampliar la cibernética de corte informático para dar paso a una cibernética como lógica de la vida32. La informática puede actuar como puente entre la ciencia y la filosofía porque recupera la causa formal, que, en la física, se ha perdido33. Pero la informática es inferior a la antropología, aunque se pueda dualizar con ésta, que sería el miembro superior.

Polo, al hablar de cibernética como lógica de la vida, prepara el terreno para ir más lejos: la esencia humana es vida añadida, creciente. Si la gente supiera lo que Polo dice y lo entendiera, habría menos miedo e histeria ante el futuro que se nos está echando encima: nos acercaríamos a nuestro futuro con más serenidad, con más libertad.

10.  Ser libres

El descubrimiento de la dimensión personal es de una riqueza irrestricta.

En concreto, la libertad trascendental como apertura coexistente permite explicar con claridad por qué es más importante actuar libremente que hacer el bien de modo obligado. La ética no es el valor supremo en el hombre. Lo superior es el amar personal: solamente así se consigue hacer el bien libremente.

Es gracias a la libertad trascendental que el hombre es capaz de querer querer (hacer el bien): lo que, de hecho, desearía la voluntad: es mejor amar libremente, vinculándose al Amar, que buscar una libertad autónoma, gestionada por un yo cerrado a su Origen34.

11.  Educación: ayudar a crecer

Y claro, todo esto nos lleva a la educación.

Cuando no se considera la persona como la conoce Polo, al hablar de educación personalizada se cae fácilmente en un error: el de confundir persona con individuo35.


se nota mucho porque la mayoría de la gente no está preparada para el cambio a la III Era. Pero los cambios generacionales llevarán a ese cambio. En un mundo lleno de metaversos, lo importante es que el empresario sea real. Los modelos pueden ser virtuales. De ahí que la dualidad empresario-modelo tenga que estar bien orientada, si no se quiere ir a pique, como suele decir Polo. El empresario como miembro superior. Los modelos (virtuales) como miembro inferior.

28 La revolución digital es el primer paso hacia la III Era. Pero todavía no lo es. Sino que actúa como catalizador del cambio.

29 Hoy está de moda un modelo informático para explicar el modo de proceder del cerebro humano. Es la ironía de un saber científico que niega una vez y otra vez su Origen divino. Porque es el hombre el que ha “creado” el sistema informático. Y ahora se pretende usar el sistema informático para explicar al hombre. Un pez que se muerde la cola.

30 Precisamente por eso no se dará un posthumanismo exclusivamente digital.

31 “Los movimientos vitales se caracterizan porque tienen fin: télos, no péras. POLO, L., ¿Quién es el hombre? Presente y futuro del hombre, Obras Completas, vol. X, EUNSA, Pamplona, 2016, p. 307.

32 La cibernética como Polo la entiende no es la cibernética como se entiende en el s. XX. La primera es la lógica de la vida, mientras que la segunda es algo así como un software. La confusión de estas dos cibernéticas hace pensar a mucha gente que los futuros robots podrán ser vivos. Cfr. POLO, L., La cibernética como lógica de la vida (2002), en Obras Completas, vol. XXVI, EUNSA, Pamplona, 2018,

pp. 19-28.

33 Porque “la informática es una teoría de la causa formal. … el redescubrimiento de la causa formal apunta a la fundamentación en

presente”. Cfr. POLO, L., ¿Quién es el hombre? Presente y futuro del hombre, op. cit., p. 229.

34 El yo autónomo lleva a la despersonalización del ser humano. Esto puede conllevar la solitud, verdadera tragedia para el hombre,

y causa de muchos suicidios (más o menos asistidos: eutanasia).

35 El individuo corresponde a la definición boeciana de persona: sustancia individual de naturaleza racional.


Una educación es realmente personalizada cuando se considera a cada uno como una novedad, un proyecto divino como no ha existido, ni existe, ni existirá. Por lo cual no habrá dos personas iguales.

En cambio, la educación individualizada significa que se intenta encuadrar a cada uno en un modelo educativo (¡el mismo para todos!), pero de modo individual (con un coach, mentor, tutor, etc.).

La diferencia no es poca. Porque en el primer caso, cada joven “sale distinto”; en el segundo, todos salen “igual” (uniformizados)36… o “no salen” (son rechazados por el sistema educativo).

La educación individualizada se parece en algo a un conjunto de imperativos categóricos pero implementados a cada uno individualmente, en vez de a grupos37.

Para educar hace falta ayudar a crecer. Y ayudar a crecer comporta el riesgo de la libertad y la capacidad de jugar38.

Cada uno tiene que poder descubrir que es una novedad, un proyecto divino y tiene que poder realizarlo. Con lo cual la educación personalizada tiene que ver con el sentido vocacional, o sea quién uno es llamad a ser, de dónde viene y a dónde va y qué es lo que Dios quiere de él.

12.  Teología para inconformes39

Con respecto a la teología, la antropología trascendental permite abrir ingentes campos de investigación teológica40. Ha suscitado también mucho interés entre cristianos de todos los ambientes y condición social41.

Quiero dar un ejemplo que sirva como botón de muestra.

En la actualidad estoy investigando la identificación con Cristo –no ya alter Christus, sino ipse Christus– a partir de la experiencia (mística) de San José María Escrivá de Balaguer42.

En el documento43 que utilizo como base textual se puede leer:

“De los textos (de S. Josemaría) se desprende44:

1)    que no habla únicamente de su presencia en cuanto a Dios, sino también en cuanto hombre o por su Humanidad;

2)    que se trata de una presencia permanente, no circunscrita el momento de recibir la Santísima Eucaristía;

 

 


36 En este ámbito tengo una cierta experiencia porque he educado personalmente en 30 años a unos mil jóvenes. Y he fundado un colegio en Lugano: https://www.everestlugano.ch/. Ya no me ocupo de la gestión de esa institución: la cedí a un equipo de confianza hace ya algunos años.

37 La educación personalizada, que llamo aquí individualizada, es naturalmente superior a la “educación integrativa” (de corte socialista) donde no sólo se busca la uniformización, sino que se pretende disolver el individuo en el grupo. Esta educación integrativa es la que se aplica en Lugano, donde yo vivo desde hace unos veinte años. De ahí que una parte de mis esfuerzos consista en hacer resurgir la dimensión personal en esos jóvenes “moldeados por el sistema”, cuyo objetivo principal es “no llamar la atención”, ser masa, proletariado del s. XXI.

38 A Polo le gustaba mucho jugar al ajedrez. Y leía con ganas autores como Agatha Christie y otros análogos. Era muy juvenil de espíritu y, al final de su vida, era como un niño: ideal de santidad (cfr. ESCRIVÁ DE BALAGUER, op. cit. §§144 y ss.).

39 El título está tomado de una obra de Juan Fernando Sellés, publicada por Rialp, Madrid, 2019.

40 Un ejemplo es la tesis doctoral de la doctora Ana Bastidas, defendida el 25 de mayo de este año en la UNAV sobre las confluencias

entre Leonardo Polo y Romano Guardini.

41 Hemos creado un grupo donde el profesor Sellés comenta su libro –un capítulo cada mes–. El grupo está compuesto por casi 500 personas y el primer vídeo ha sido visionado ya más de 1’300 veces.

42 La experiencia (mística) tuvo lugar el 16 de octubre de 1931 en Madrid.

43 Para esta investigación me apoyo en el estudio de BURKHART E., LÓPEZ, J., Vida cotidiana y santidad en la enseñanza de S.

Josemaría, vol. II, Rialp, Madrid.

44 Sin querer entrar ahora en el mérito de la investigación, está claro que Leonardo Polo amplía mucho la teología clásica en lo que se refiere a conceptos como “presencia”, “sustancia”, “naturaleza” (la Humanidad de Cristo es una naturaleza humana, si no no podría ser verdadero hombre), “vida” (de Cristo), etc.


3)    que no es una presencia sustancial, es decir, de la sustancia de la humanidad de Cristo, pero que tampoco se reduce a un parecido con Cristo derivado de la imitación de su ejemplo, aunque ciertamente es una presencia que impulsa a imitarle;

4)    que es una presencia de la vida de Cristo y de su acción y no sólo del conocimiento de Cristo, del amor a Él, aunque se realiza por este conocimiento y amor y se alimenta de ellos”45.

Basta leer esta pequeña citación con los ojos de Leonardo Polo para darse cuenta de las inmensas posibilidades de profundización teológica, con respecto al análisis tomista que los autores desarrollarán en las páginas siguientes46.

13.  Alegría trascendental

Quizás mi sorpresa mayor en lo que he ido aprendiendo de Polo hasta el momento es el descubrimiento de la alegría trascendental.

La alegría trascendental es propia, dice Polo, “de la generación del Hijo. Se puede incluso decir que Dios es el inventor de la alegría en tanto que extiende a la creación, sobre todo, en cuanto que la vida creada es también generativa”47.

Bien, esto es una sorpresa muy grande. Y cuando lo explico a diversas personas, pues resulta que, al principio, no lo entienden.

Por eso es menester cambiar el modo de entender común de la gente, o “polianizarlo” para poder darse cuenta de aquello a lo que Polo se está refiriendo48.

14.  Marco antropológico para la realidad virtual. Primeros pasos.

Me sorprende que Polo, que no era experto en informática, pone igualmente algunas bases para un tratamiento adecuado de la realidad virtual, dado que ésta depende de los hombres: lo real son los hombres; el software es digital; y los metaversos son virtuales.

Cuando estén más generalizados los metaversos los filósofos se darán cuenta que la realidad virtual es, en el fondo, uno de los ámbitos de la libertad: la espaciosidad.

Espaciosidad, donde el espacio es tiempo, porque el espacio, p.ej., de una reunión zoom, es cuando

los participantes se encuentran49.

O sea, los instrumentos digitales permiten que el “cuando” se convierta en un “donde”. Por eso se pueden crear grupos de trabajo permanentes a distancia que, al cabo del tiempo, acaban generando amistad, a pesar de que, probablemente, no se dará jamás un encuentro presencial.


45 BURKHART, E., LÓPEZ, J., op. cit., p. 95.

46 Esta investigación que estoy realizando no está aún acabada, y podría no acabarse nunca porque no es suficiente dar una opinión teológica más o menos acertada, sino que, antes que nada, es oportuno experimentar interiormente lo que significa vivir en Cristo: como un yo (miembro inferior) dualizado con un YO (miembro superior), de modo que Él vaya creciendo y yo disminuyendo (cfr. Jn 3, 30) hasta poder decir: ya no soy yo quien vive, sino Cristo que vive en mí (cfr. Gal 2, 20). Pero queda claro, para el que conoce las dualidades polianas, que la identificación ipse Christus es irrestrictamente creciente para toda la eternidad.

47 POLO, L., Epistemología, creación y divinidad, Obras Completas, vol. XXVII, EUNSA, Pamplona, 2015, p. 320.

48 Sorprende sobre todo porque la tradición cristiana llama a la Virgen María causa de nuestra alegría y también trono de la sabiduría.

¿Qué significa esto? Si se considera que la persona (miembro inferior) se dualiza con Dios (miembro superior) y que las luces le llegan de parte del Espíritu Santo como Don, no extraña considerar que la dualidad metódico-temática del carácter de además “en contacto” con la Virgen María (sabiduría) y el Espíritu Santo (dimensión personal) lleve a que se una presencia de Cristo en el alma humana como generación por la que no somos solamente hijos de Dios, sino también de la Virgen María, marianos. De ahí que se pueda decir también, en rigor, que la Virgen María (junto con el Espíritu Santo) sea causa” de nuestra alegría. Polo diría origen mejor que causa. Porque en el ámbito metódico-temático del carácter de además no se dan causas, sino origen y destinación. Somos conscientes que esta nota a pie de página podría originar una ingente investigación teológica. Y todo eso gracias a la antropología trascendental de Leonardo Polo.

49 Esta idea está recogida en la citada conferencia “anticipar el futuro”. Se basa en las reflexiones de Polo sobre la espaciosidad como uno de los ámbitos de la libertad, y se construye sobre la idea de que “espacio significa la pausa que, al menos de modo provisional, deja en suspenso la sucesión temporal de estímulo-respuesta”. Cfr. POLO, L., Filosofía y economía, Obras Completas, vol. XXV, EUNSA, Pamplona, 2015.


Éste es un buen ejemplo para ilustrar lo que ya se ha dicho con anterioridad. Para entender a Leonardo Polo y saber apreciarlo es necesario, antes que nada, aprender a conocer como él conoció (no sólo pensar, …)50.

15.  La III Era. Una breve introducción51

Convendría dedicar algunas líneas para introducir la III Era, porque estamos en un momento histórico nuevo: no es la persona lo único nuevo. Estamos entrando en una situación histórica nueva, que, a mi modo de entender, da aún más valor a todo el trabajo de ampliación filosófica que ha realizado Leonardo Polo.

Porque el cambio de la I Era a la II –de la prehistoria a la historia– es debido a la escritura; tiene que ver con la articulación del lenguaje.

En la I Era se crean mensajes orales a partir de sonidos.

Con el descubrimiento de la escritura (II Era), aparecen la letras, y, con ellas, las palabras; éstas permiten las frases con las que se forman los mensajes. Esta doble articulación del lenguaje es, pues, importante porque introduce nuevas dimensiones en la cultura humana.

La primera consecuencia de la introducción de la escritura es la analfabetización de los seres humanos.

Se hace necesario aprender a superarla.

Y para eso se necesitan dos actividades que se llaman leer y escribir. Superar la analfabetización requiere aprender a leer y escribir.

El producto cultural de la escritura es el documento y con el documento se puede hacer historia, con lo cual es un aporte cultural muy importante52.

Pues ahora yo propongo ampliar esta noción para descubrir que estamos entrando en la III Era. Por qué se dan dos nuevas articulaciones del lenguaje53:

-       una es el bit: podemos formar letras a partir de un conjunto de bits.

-       la otra es la señal digital, porque con la señal digital podemos formar los bits.

En estos momentos la III Era se manifiesta como una incipiente revolución digital, que es donde se encuentra actualmente la humanidad. Todavía es prematuro darse cuenta realmente de lo que la III Era podrá suponer en el próximo futuro.

Lo que todo el mundo percibe es el analfabetismo digital. Esa sensación que, de repente, uno no consigue comunicar, porque no sabe usar el teléfono, no sabe usar una aplicación, no sabe que se pueden hacer las cosas de modo digital, etc.

Se da una gran resistencia al cambio, se prefiere seguir haciendo las cosas “como se han hecho siempre”. La humanidad se divide entre los que quieren aceptar todos los cambios (más bien gente joven) y los que buscan estabilizar el progreso digital: frenarlo, para tener más tiempo de asimilación (más bien los seniors)54.

El analfabetismo digital es un hecho que puede gustar o no.

Para superarlo conviene aprender, de nuevo, a “leer” y a “escribir”.


50 Aquí se encuentra el reto mayor para la divulgación de Leonardo Polo, como se dirá más adelante.

51 Este tema está algo más desarrollado en la citada conferencia “anticipar el futuro”.

52 Cfr. GARCÍA, J.A., El hombre como persona. Antropología filosófica., Ideas y Libros ediciones, Madrid 2019.

53 Crear un lenguaje nuevo, como p.ej, el esperanto, no es suficiente para provocar un cambio de Era. Hace falta que las nuevas articulaciones aporten nuevas dimensiones culturales. Éste es el caso de la escritura digital.

54 Parecía que el standard era aprender el Office de Microsoft o análogo, hasta que llegó Internet. Y, de repente, todo cambió. Apareció el móvil. Debido a la pandemia hubo que aprender Zoom. Desde entonces se da el Home Office y muchas reuniones son online. Esto ha permitido crear grupos polianos con participantes de unos tres a cuatro continentes. Se pensaba que habíamos llegado de nuevo a una pausa, y aparece la inteligencia artificial. Y uno se pregunta: ¿llegaremos de nuevo a un momento de estabilidad? Pues no lo parece. Lo que conviene es hacer el esfuerzo de la alfabetización digital completa.


Leer ahora significa “utilizar”. Lector, significa “usuario”. Usar es una ampliación de leer.

Escribir ahora significa “programar”. Escritor significa programador. Crear software es una ampliación

de escribir.

Así como hay muchos niveles de alfabetización con respecto a la escritura (p.ej. no es lo mismo saber escribir que ser un literato), también hay muchos niveles de alfabetización digital.

Así que hay muchos niveles de integrarse en la III Era55.

Polo distingue muy bien entre los procesos y la vida. Por eso, no hay que tener miedo a la informática y/o a la inteligencia artificial: porque el hombre no puede ser sustituido por las máquinas56. Lo que hay que temer es lo que Polo llama inepcia teórica, como veremos más adelante57.

La pregunta que sí que convendría hacerse y que la gente no se hace, pero que sería importante, es la que Polo pone al centro de su filosofía: ¿quién es el hombre?58 Y la respuesta que, a mi modo de ver, pasará a la historia es ésta: el hombre es un espíritu en el tiempo.

El hombre no es digital –materialismo espiritualizado–, sino espíritu en el tiempo.

16.  La improgramable aparición del genio filosófico59

Polo muestra claramente los límites de la ciencia al hablar del trilema del barón de Münchhausen. Conviene darse cuenta de que la ciencia pierde su hegemonía en la III Era, porque sirve solamente para conocer la realidad extramental60.

En cambio, lo que sí quedará es el hombre. Por eso, lo más probable es que la antropología tome el papel que correspondió a la filosofía en la Edad Media.

Una antropología que no sea científica, sino que realmente continúe el realismo tal como lo dejó Aristóteles, y que lo amplíe, que lo ponga a la altura histórica en la que nos encontramos.

¿Qué vemos hoy?

Hoy vemos que, por un lado, el proyecto filosófico contemporáneo está en agonía.

¿Y qué vemos también?

Pues que los científicos, quizás de más nivel, están haciendo filosofía de la naturaleza61. Es la versión presocrática del siglo XXI.

¿Qué nos enseña la historia?

Que, si se quiere continuar, hace falta un genio para el s. XXI. Un “Aristóteles” que sepa recoger a Aristóteles allí donde se quedó y lo continúe teniendo en cuenta las reflexiones bien intencionadas de todos los filósofos que le han seguido hasta el día de hoy, incluidos los modernos y los contemporáneos.

La III Era exige esto: un nuevo Aristóteles.

 


55 Actualmente el grado de integración digital es relativamente pobre; pero, con el pasar del tiempo, será cada vez más amplia: cuando lo “digital natives” constituyan la gran mayoría de la población.

56 La competición con la inteligencia artificial obligará al hombre a salir de una cierta pereza: la de querer formalizar todas las operaciones, en vez de desarrollar lo más humano que en ellas se dan: lo espiritual y, con ello, la creatividad. Hay quienes opinan que no todos son capaces de estar a la altura de la historia que se nos viene encima. Pero no se dan cuenta de que lo más importante no es ser un genio intelectual, sino ser humano, cariñoso, atento a los ancianos y a los pequeños, …, saber amar como Cristo nos ha amado. Ahí las máquinas no pueden competir.

57 La gente, en general, desconoce completamente este peligro. Y es realmente serio.

58 POLO, L., op. cit.

59 Ibid., pp. 32 y ss.

60 Los metaversos, al ser programados, no necesitan del método científico –que es especulación– para ser conocidos. Basta poseer el código con el que han sido escritos. Con el pasar de los próximos siglos, la humanidad se irá llenando cada vez más de metaversos. La realidad extramental jugará un papel cada vez menos importante. Por eso la ciencia quedará en parte aparcada (con la excepción de algunos sectores que seguirán siendo centrales, como la salud).

61 Se piense, p.ej., en la cosmología propia de la física teórica.


Polo explica que la ciencia, cuando se encuentra ante un cambio de paradigma, necesita de un genio para poder progresar62.

Pues ahora sucede algo parecido para la filosofía.

Y Leonardo Polo advierte: “Estamos a punto de sumirnos en una especie de apagón mental. Si Dios no lo remedia, y si nosotros no hacemos algo…, podemos irnos a pique en un futuro próximo por inepcia teórica”63.

El desafío que nos compete ahora es el de la divulgación de la filosofía poliana, porque es la que puede educar a retomar la teoría como vida, como práxis por excelencia64.

17.  Divulgar a Leonardo Polo

Desde hace algún tiempo el esfuerzo divulgativo se ha intensificado.

Se están creando grupos polianos que estudian distintos ámbitos: antropología, teoría del conocimiento, la libertad, teología, empresa, pedagogía, etc.

También se han creado algunos websites65. La UNAV organiza regularmente un curso superior sobre la filosofía de Polo66.También existen cuatro revistas científicas centradas en Leonardo Polo67. Se está intentando crear una familia poliana, donde los participantes están contentos de verse y de hablar de cosas que tengan que ver con Polo68. No es siempre fácil porque no todos participan del mismo modo, con la misma intensidad y por los mismos motivos.

El esfuerzo temático se está haciendo, me parece, con intensidad creciente y está bien orientado.

Lo que realmente falta, a mi modo de entender, es encontrar que la gente que se acerca a Polo consiga ver las cosas tal como las vio Polo, conocer como Polo conoció.

Es decir, no se trata tanto de temas, de enseñar lo que Polo dijo, de acceder a sus obras, pues eso es la divulgación temática, sino algo más profundo, que yo lo llamaría una pedagogía metódica, que me parece que está aún por hacer69.

De hecho a veces sucede que algún poliano “se desvíe” de Polo porque, aun habiendo aprendido los temas, no conoce como él conocía, no ve como él veía. Entonces intenta interpretar, hacer una hermenéutica poliana, de la que “sale lo que sale”: a veces algo muy parecido –aunque distinto–, a veces algo menos parecido, a veces diciendo cosas que Polo no habría dicho nunca, pero que ellos creen, seguramente en buena fe, que lo que dicen son una legítima “prosecución” de las tesis de Polo.

18. Un Aristóteles para la III Era

Después de todo lo dicho anteriormente no queda más que concluir con una tesis que está llena de agradecimiento a Polo y a aquellos por los que me ha llegado su filosofía70: Leonardo Polo es el Aristóteles


62 La ciencia necesita de un genio ante un cambio de paradigma porque la misma ciencia no tiene los instrumentos teóricos para poder continuar. Por eso, desde la física de Newton no era posible establecer la relatividad. Hacía falta Albert Einstein, y Einstein no se podía deducir a partir de los postulados de la mecánica de Newton.

63 POLO, L., ¿Quién es el hombre? Presente y futuro del hombre, op. cit., pp. 304-305. Cfr. CARDONA, L., “Una antropología trascendental para la era digital”, Miscelánea poliana 76 (2023).

64 Ibid. p. 306.

65 Existe el que gestiona el IEFLP: https://www.leonardopolo.net/

El que yo he creado, con el objetivo de facilitar el conocimiento de Polo a un público no filósofo, tiene como título “presente y futuro del hombre”: https://leonardopolo.ch/

También existen dos blogs polianos: preguntas polianas (https://preguntaspolianas.blogspot.com/) y glosario poliano (https://glosariopoliano.blogspot.com/), los dos llevados por Joseph Kabamba desde la República Democrática del Congo.

66 Ya hablé al principio de mi participación en la primera edición. Ahora se está desarrollando la 4ª.

67 Personalmente ayudo en la publicación de una revista en inglés –Journal of Polian Studies– y otra en castellano –Revista de Estudios

Filosóficos Polianos, editada en Argentina, bajo la dirección de la profesora Silvia Carolina Martino.

68 Esto es ya así con algunos participantes regulares a las sesiones de los distintos grupos. Estos ya no vienen sólo porque lo necesitan, porque les ayuda. Sino porque Polo es amistad.

69 Elevar la capacidad intelectual de los que quieren conocer a Polo para acercarse lo más posible a su altura intelectual.

70 Se trata de un comenzar, porque considero que debo continuar a conocer mejor a Polo, asimilarlo, divulgarlo.


que necesita la III Era, el genio no programable que necesita actualmente la filosofía para que no caiga en manos de “sofistas”71: porque el hombre no es la medida de todas las cosas.

La altura histórica de la III Era que ahora estamos empezando a vislumbrar tiene que llegar aún. Pero Polo ha puesto las bases antropológicas para gestionarla de modo correcto, sin crear aporías.

Esta es nuestra convicción.

 

Louis Cardona

Lugano, 26.11.2023

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 LEONARDO POLO,

UN ARISTÓTELES PARA LA III ERA

 

Louis Cardona

Universidad Libre Internacional de las Américas (ULÍA)

 

1.    Agradecimiento

Como testimonio indirecto1, tengo que agradecer mi primer encuentro con lo Leonardo Polo a tres personas2.

El primero que quiso motivarme a conocer a Leonardo Polo es el doctor Francisco Moya, el cual me pasó el enlace de unos vídeos del profesor Juan A. García3.

En el primero de ellos, el profesor García explica, entre otras cosas, el por qué convendría ampliar la metafísica tomista. Ahí tocó un tema que yo llevaba tiempo intuyendo, pero que, como no soy filósofo, tampoco tenía muy formalizado ni pertenecía a una de mis prioridades intelectuales.

Paco Moya me facilitó también dos vídeos donde el profesor Juan Fernando Sellés hacía una introducción general a la antropología trascendental y donde dijo que si alguien quería ponerse en contacto con él pues que le escribiera a su correo electrónico.

Acabé escribiendo a los dos: a Juan García y a Juan Fernando Sellés.

Juan García me puso en la mailing list de la revista4 del Instituto de Estudios Filosóficos Leonardo Polo (IEFLP)5. Y Juan Fernando Sellés me dijo que, quizás, en un futuro próximo se haría un curso sobre la filosofía de Leonardo Polo, pero no me dijo nada más, solo que me animó a seguir estudiando.

Al cabo de un tiempo recibí la revista del IEFLP donde se anunciaba el próximo inicio del curso superior sobre la filosofía de Leonardo Polo en la Universidad Navarra, en modalidad online. Cuando quise inscribirme, Juan Pablo Puy6 me respondió diciendo: “mira, ya no hay plazas, pero, no sé por qué, hay profesores que dicen que te tenemos que inscribir, con lo cual puedes hacer el curso”7.

Gracias a ese curso mi relación con Polo se ha ido intensificando y he ido conociendo a más gente.

Bueno, esto es solo para introducir mi testimonio.

 

 

 

 


1 No he tenido la suerte de conocer a Leonardo Polo en vida. Aunque nací en Barcelona y pensé estudiar filosofía en la UNAV, al acabar el bachillerato emigré a Suiza. Era el 1976. Tomé la nacionalidad helvética y desde entonces toda mi actividad se ha desarrollado alrededor de ese país. Como formación soy economista (Ginebra), informático de gestión empresarial (Zürich) y doctor en Inteligencia Artificial (Friburgo, CH).

2 Tendría que agradecer a muchas personas el haber podido conocer a Leonardo Polo. Pero, históricamente hablando, estas tres personas se encuentran en la génesis de ese encuentro.

3 Se trataba de unos cursos que dio en el PAD de Lima (2016, 2017). Se pueden encontrar en YouTube:

https://www.youtube.com/playlist?list=PL88uUgLnu--NADXlgkNI1kaEroPorjowc

4 Se trata de Miscelánea Poliana: https://www.leonardopolo.net/revista-miscelanea-poliana/

5 https://www.leonardopolo.net/

6 Juan Pablo Puy es un doctorando que hace de asistente al prof. Sellés en la organización del curso superior sobre la filosofía de Leonardo Polo que organiza la UNAV. A él le tengo que agradecer especialmente que haya podido ser admitido en el grupo de investigación del profesor Sellés: https://www.unav.edu/web/grupo-investigadores/continuacion-del-pensamiento-de-leonardo-polo 7 Probablemente el profesor Sellés se acordó de mi interés y pidió que se hiciese conmigo una excepción: que pudiese tener una plaza de la que ya no había. Le estoy inmensamente agradecido por este acto de generosidad ante alguien que, en aquel momento, era un extranjero desconocido.


2.    Interrogantes respondidos y apertura mental

Leonardo Polo ha supuesto la respuesta a muchos interrogantes que me iban apareciendo en los últimos años. Uno de ellos se podría describir así: ¿porque tenemos que ir siempre al siglo XIII para hacer filosofía si la realidad es un ahora? Polo se esfuerza por descubrir qué es el ser y como acceder a él; cómo intentar conocer la realidad tal como es en sí. Esto es lo que más me interesaba.

Al estudiar a Polo, esos interrogantes se ha convertido en retos, porque Polo me llevaba mucho más lejos de lo que era capaz de comprender; retos que han provocado, en mí, una apertura mental con la consiguiente ampliación8. Se trataba de verdaderos descubrimientos filosóficos, como p.ej., la presencia mental, la articulación del tiempo y la distinción entre real, ideal e intencional.

También me interesó mucho la proyección hacia el futuro porque yo, por mi formación académica, estoy naturalmente y profesionalmente orientado hacia el futuro.

Por la descripción de la persona como libertad trascendental Polo me proyectaba hacia el futuro: hacia una posesión del futuro que no lo desfuturiza9.

Polo me ha ayudado a ampliar mi modo de ver las cosas, en particular la persona que soy, como novedad, como proyecto divino. Ahora indicaré algunos de los descubrimientos que voy haciendo gracias a él, aunque estén todavía en los primeros pasos y necesiten ser matizados, pulidos, corregidos, contemplados10.

3.    Persona, no sustancia

Liberarme de la noción de persona como sustancia ha supuesto un gran bien para mí, porque la sustancia es actualidad pensada, mientras que la realidad es actividad. Cada vez me costaba más entender al hombre de modo “esquemático”11: partes que estaban unidas entre ellas. Para mí, en aquél entonces, el ser era información, lo que hacía que el hombre no pudiese ser solamente composición de alma y cuerpo.

Con Polo he aprendido que ser es el conocer de un espíritu en su ámbito espiritual. Conocer es más que información. Me ha dado más luz. La realidad tanto extramental como personal adquiere mucho más sentido.

La persona es un acto de ser distinto de los “algos”12, como veremos más adelante13.

Porque claro, la persona humana no es como una criatura no personal, porque el modo como Dios la crea es distinta. La persona tiene intimidad, porque es libertad co-existente, cognoscente y amante.

4.    El lenguaje

Polo, en rigor, no es un pensador14. Es muchísimo más.

 

 

 


8 Ahora diría que se ha establecido una dualidad intelectual entre Polo (miembro superior) y yo (miembro inferior) que supone para

una fuente, un manantial de crecimiento intelectual irrestricto.

9 El primer texto de Polo que intenté leer por mi cuenta fue sobre la esencia (cfr. Obras Completas XXIII, pp. 295 y ss.). Un fracaso total en aquel momento: estaba muy lejos de entender las cosas como Polo las entendía. Ahora leo de nuevo ese texto con gran alegría. Me parece un torrente de luz. Me gustaría que tanta gente pudiese llegar a sentir lo que yo siento cuando leo un texto como éste.

10 Con cierta frecuencia el profesor Sellés dice que él no es Polo. Que es solamente un pollino. Pues yo, quizás, soy la raíz cuadrada

del pollino…

11 Considerar al hombre como sustancia acaba llevando a disecarlo en partes. Es todo artificial, porque es pensado. El hombre real no es sustancia.

12 “Algo” es una criatura no personal: cosas, plantas, animales…

13 La diferencia entre el hombre y el universo no se da a nivel esencial, sino a nivel del acto de ser. Esto es un descubrimiento formidable. Está claro que la esencia humana, como manifestación personal, también se diferencia del universo.

14 Para los pensadores actuales son, a lo sumo, filósofos de segunda categoría. Es gente que piensa, pero pensar pensamos todos. Como escriben bien y dicen cosas sorprendentes, sus pensamientos llaman la atención de la opinión pública. Se hacen un nombre, venden algunos libros, y su fama dura el tiempo que dura: casi siempre son “fuegos de bengala”.


Pensar para Polo –y esto me gusta mucho– es la operación inmanente, el conocer objetivo. O sea, el hombre no solo piensa. Pero la gente común, incluso muchos filósofos, hacen del pensar la única actividad intelectual. Y esto lleva a una gran confusión.

Al descubrir el hombre como ser dual, Polo presenta una visión poliédrica con respecto al conocer: se podría decir que, para Polo, el conocer humano es como una pirámide abierta invertida, creciente, irrestricta, cuyo vértice inferior es el conocer objetivo, o, si se quiere, el límite mental, que se puede abandonar de cuatro modos: advertir, explicitar, alcanzar y demorarse.

¿Por qué hablo del lenguaje?

Porque Polo está muy interesado en ser preciso a la hora de nombrar sus descubrimientos15. Seguramente quiere evitar dos peligros mortales para la filosofía:

-       el abuso de las analogías16, que puede conducir a un realismo borroso17, confuso;

-       la hermenéutica, que lleva a interpretar la realidad según la lógica humana18, lo que conduce a un idealismo barato.

Polo no acepta que “pensar” sea cualquier actividad intelectual. Porque no es lo mismo pensar que advertir, que alcanzar, que explicitar, que demorarse, etc.

Es muy llamativo el esfuerzo que hace Polo para utilizar verbos para los actos, mientras que utiliza sustantivos para las potencias y facultades19. De ahí que su modo de nombrar a la persona humana como adverbio –además– tenga una enorme carga semántica20.

5.    Regalo

A propósito del lenguaje: considero que mi interés por Leonardo Polo no es solo intelectual y tampoco es debido solamente a una coincidencia con aquellas personas a las que estoy muy agradecido.

Se trata de algo mucho más profundo, íntimo: es un regalo que Dios me ha hecho para que pueda conocer lo que Él está haciendo en . Porque, como dice S. Josemaría Escrivá, llega un momento en que


15 El proyecto PODIUN (cfr. https://www.unav.edu/web/departamento-de-filosofia/investigacion/podiun), dirigido por Santiago Tejero, contiene las obras publicadas de Polo como Corpus, de modo que pueden ser consultadas en el ámbito de investigaciones científicas. Se puede acceder a través del enlace: https://polo.podiun.org. También se puede acceder a través del enlace siguiente: https://leonardopolo.ch/podiun/.

Todavía falta un estudio lingüístico de las obras completas de Polo. Pero se puede decir que en las 36 que han sido publicadas hasta ahora, el número de palabras utilizado es de casi 5 millones. El vocabulario comporta 60’511 vocablos diferentes, lo que significa un dominio lingüístico muy superior a la media alta. Predomina naturalmente la lengua española. También aparecen términos latinos, griegos, franceses y alemanes. En menor medida aparece algún vocablo en italiano y en inglés. Lo más sorprendente es que intenta utilizar algunos términos comunes en una acepción más originaria, quizás abandonada, con el fin de reportar la cultura hacia unos derroteros desde los cuales se puede continuar el realismo filosófico. P.ej. el término esencia. Polo considera la esencia, según Aristóteles, como perfección de la naturaleza. Cfr. GARCÍA, JUAN A., “La persona humana en la antropología trascendental de Leonardo Polo. Cuatro matizaciones a la distinción tomista real de esencia y ser”. Comunicación presentada en las III Jornadas de la Asociación Española de Personalismo. 16-17 de febrero de 2007, p. 4.

16 Sería oportuno descubrir para cada realidad un término que la defina de modo unívoco, reconociendo que no será siempre posible, especialmente cuando se quiere hacer una filosofía sobre Dios a partir de la Revelación (que utiliza con frecuencia términos análogos). 17 Mucha gente confunde, p.ej., sentimientos, emociones y afectos. Para ellas se trata de sinónimos. Por ello confunden lo corporal, con lo sentimental y con lo personal. Luego, si tienen un déficit afectivo lo quieren “curar” con emociones. No hay que sorprenderse si esas “curas” no son eficaces. Otro engaño muy de moda es el yo-sujeto reflexivo. Algunos quieren solucionar, p.ej., los vacíos de amor con el “self-love” (auto-amor). ¿Cómo es posible que la gente se deje engañar así? Pues ante la desesperación, tener un psicoterapeuta que te oye, que te escucha, ya te da algo de sentido… No es el auto-amor que cura, sino la sesión de psicoterapia.

Pero no es ese un amor verdadero, ya que se construye a partir de una relación médico paciente que se materializa en las facturas, normalmente caras, que hay que pagar.

18 La realidad no se interpreta sino que es. No corresponde decir al hombre cómo es, sino descubrirla tal como ella se presenta ante él.

19 A veces tiene que hacer alguna excepción como p.ej. con la coexistencia libre. En cambio es llamativo que el yo (moderno) lo presente como una dualidad (que es manifestación de actividad) de ver-yo y querer-yo. Este esfuerzo provoca en el lector una llamada a abrir la mente: experimentar la actividad real (dualidad) en vez de pensarla conceptualmente (“yo”).

20 Quizás por mi background informático aprecio particularmente la univocidad de muchos términos usados por Polo.


sobran las palabras…21. La antropología trascendental de Leonardo Polo constituye un mapa que me ayuda a orientarme en el manantial de agua viva donde puedo entretenerme “trinitariamente” con Dios.

6.    El ser segundo: la persona humana

Supone un gran enriquecimiento, que no me canso de considerar, el hecho que la persona sea un ser segundo. Las criaturas no personales necesitan distinguirse de la nada para ser algo, para distinguirse de Dios. En cambio, el ser personal no necesita de suyo distinguirse de la nada para ser algo, ya que se distingue inmediatamente de Dios por ser alguien, como dice el profesor García22: con punto de partida, del que se desaferra, y al que vuelve.

Pues esto es un gran progreso con respecto al concepto boeciano de persona.

7.    El hombre: un ser dual23

Otro punto que me llama la atención de Polo es la dualidad, no el dualismo ni la dialéctica. Hablar de dualidades es también hablar de jerarquía.

Porque el hombre tiene dos modos de proseguir a partir del conocer objetivo: la vía afirmativa (racional), y la negativa (generalización), que intenta siempre unificar.

Por eso, el hombre, cuando piensa, piensa en dos: afirma y niega. Y la progresión cognoscitiva se cifra en cómo relacionar estos “dos”. Ante las tres posibilidades: dualismo, dialéctica y dualidad, sólo la dualidad permite arrojar luz sobre la realidad sin caer en aporías. Por eso mismo, sigo muy interesado en conocer cada vez mejor la teoría del conocimiento de Polo, la más completa y coherente que algún filósofo haya conseguido hacer en toda la historia de la filosofía hasta ahora.

8.    Anticipar el futuro.

Polo, indirectamente, pone las pautas para la empresa del siglo XXI, porque pone la persona en el centro de la gestión empresarial.

Si en el siglo XX se han buscado modelos24 para que el empresario pudiese aprender a ser un buen empresario, en el siglo XXI es el empresario el que tendrá que ser el miembro superior de la dualidad con el modelo empresarial (miembro inferior)25.

Los modelos que utilizarán serán válidos si el empresario es el actor, su activador. Lo que significa también que el empresario sea capaz de actuar realmente, auténticamente, personalmente.

¿Por qué es importante esto? Pues porque la realidad, conforme vaya pasando el siglo XXI, tendrá que armonizarse cada vez más con los metaversos26. El futuro ya no será lo que ha sido.

Lo primero que tendrá que definir el empresario es la realidad en la que querrá ser como empresa27.


21 ESCRIVÁ DE BALAGUER, J.M., Amigos de Dios, https://escriva.org/es/amigos-de-dios/, §307.

22 He apreciado mucho la conferencia de Juan García dada en las Jornadas conmemorativas del X aniversario del fallecimiento de

Leonardo Polo. Cfr. https://leonardopolo.ch/jornadas/: Semejanza y diferencia entre la persona humana y su creador”.

23 Una explicación profunda, aunque algo incompleta, se encuentra en PIÁ TARAZONA, S., El hombre como ser dual, EUNSA, Pamplona, 2001.

24 Se ha intentado hacer del management una ciencia. Por eso se ha establecido una dualidad, en la que el modelo era miembro superior y el empresario miembro inferior. Al finales de siglo, con un ambiente cada vez más cambiante –se va notando el inicio del cambio de Era, del que hablaremos más adelante–, esta dualidad equivocada ha llevado a no pocos fracasos empresariales (como p.ej. ha sido el caso de Kodak). Cfr. CARDONA, L., Anticipar el futuro, Conferencia del XVI encuentro de la empresa poliana. 2023, https://youtu.be/Ll5vpwu_Bz0.

25 Más tarde se vislumbrará que la III Era obligará a corregir los errores duales de la II Era. La antropología volverá a ser miembro superior con respecto de la ciencia (algo así como fue la filosofía en la Edad Media). Lo mismo sucede aquí, en el ámbito empresarial: si en la II Era el modelo es miembro superior, en la III Era tendrá que aceptar quedar como miembro inferior.

26 Ya la finanza actual tiene mucho de metaverso, porque el enlace con la economía real es cada vez más frágil. La economía presenta resultados, balances, la finanza se interesa por el futuro, las proyecciones, etc. Por eso, la afirmación de alguien importante, como p.ej. Elon Musk, puede tener más peso que muchos años de esforzado trabajo con resultados sólidos.

27 Acabo de conocer a un influencer que tiene 4 millones de followers. Tiene 17 años. Acaba de firmar un contrato de consejero de

comunicación con una empresa importante que le pagará 16’000€ a la hora de trabajo. Mucha gente no se lo cree. No puede ser.

¿Quién es este chiquillo que no tiene ni el bachillerato? Ya. El futuro no es lo que era. Y la realidad económica tampoco. Todavía no


9.    La vida no es un proceso

En la revolución digital28, lo propio del siglo XXI, el hombre cree haber incorporado lo inmaterial a lo material con un dualismo: software-hardware. Tiene la sensación de haber cubierto un déficit que la ciencia agnóstica había olvidado voluntariamente29. A pesar de las buenas intenciones, se ha olvidado de algo más importante: la vida. La vida escapa a la dualidad software-hardware30.

En efecto, el software, en cuanto que información digital, genera procesos que parten de una potencia y se concluyen con el acto, tienen un principio, desarrollo y fin. Una vez conseguido el fin el proceso termina: es la condición necesaria para que se pueda hablar de algoritmo.

Pues Polo muestra que la vida no es eso31. La vida no es un proceso. La vida es práxis teléia, actividad instantánea, que ya obtiene su fin desde el principio, y continúa a crecer (o decrecer). Esto tiene su importancia porque en el futuro convendrá ampliar la cibernética de corte informático para dar paso a una cibernética como lógica de la vida32. La informática puede actuar como puente entre la ciencia y la filosofía porque recupera la causa formal, que, en la física, se ha perdido33. Pero la informática es inferior a la antropología, aunque se pueda dualizar con ésta, que sería el miembro superior.

Polo, al hablar de cibernética como lógica de la vida, prepara el terreno para ir más lejos: la esencia humana es vida añadida, creciente. Si la gente supiera lo que Polo dice y lo entendiera, habría menos miedo e histeria ante el futuro que se nos está echando encima: nos acercaríamos a nuestro futuro con más serenidad, con más libertad.

10.  Ser libres

El descubrimiento de la dimensión personal es de una riqueza irrestricta.

En concreto, la libertad trascendental como apertura coexistente permite explicar con claridad por qué es más importante actuar libremente que hacer el bien de modo obligado. La ética no es el valor supremo en el hombre. Lo superior es el amar personal: solamente así se consigue hacer el bien libremente.

Es gracias a la libertad trascendental que el hombre es capaz de querer querer (hacer el bien): lo que, de hecho, desearía la voluntad: es mejor amar libremente, vinculándose al Amar, que buscar una libertad autónoma, gestionada por un yo cerrado a su Origen34.

11.  Educación: ayudar a crecer

Y claro, todo esto nos lleva a la educación.

Cuando no se considera la persona como la conoce Polo, al hablar de educación personalizada se cae fácilmente en un error: el de confundir persona con individuo35.


se nota mucho porque la mayoría de la gente no está preparada para el cambio a la III Era. Pero los cambios generacionales llevarán a ese cambio. En un mundo lleno de metaversos, lo importante es que el empresario sea real. Los modelos pueden ser virtuales. De ahí que la dualidad empresario-modelo tenga que estar bien orientada, si no se quiere ir a pique, como suele decir Polo. El empresario como miembro superior. Los modelos (virtuales) como miembro inferior.

28 La revolución digital es el primer paso hacia la III Era. Pero todavía no lo es. Sino que actúa como catalizador del cambio.

29 Hoy está de moda un modelo informático para explicar el modo de proceder del cerebro humano. Es la ironía de un saber científico que niega una vez y otra vez su Origen divino. Porque es el hombre el que ha “creado” el sistema informático. Y ahora se pretende usar el sistema informático para explicar al hombre. Un pez que se muerde la cola.

30 Precisamente por eso no se dará un posthumanismo exclusivamente digital.

31 “Los movimientos vitales se caracterizan porque tienen fin: télos, no péras. POLO, L., ¿Quién es el hombre? Presente y futuro del hombre, Obras Completas, vol. X, EUNSA, Pamplona, 2016, p. 307.

32 La cibernética como Polo la entiende no es la cibernética como se entiende en el s. XX. La primera es la lógica de la vida, mientras que la segunda es algo así como un software. La confusión de estas dos cibernéticas hace pensar a mucha gente que los futuros robots podrán ser vivos. Cfr. POLO, L., La cibernética como lógica de la vida (2002), en Obras Completas, vol. XXVI, EUNSA, Pamplona, 2018,

pp. 19-28.

33 Porque “la informática es una teoría de la causa formal. … el redescubrimiento de la causa formal apunta a la fundamentación en

presente”. Cfr. POLO, L., ¿Quién es el hombre? Presente y futuro del hombre, op. cit., p. 229.

34 El yo autónomo lleva a la despersonalización del ser humano. Esto puede conllevar la solitud, verdadera tragedia para el hombre,

y causa de muchos suicidios (más o menos asistidos: eutanasia).

35 El individuo corresponde a la definición boeciana de persona: sustancia individual de naturaleza racional.


Una educación es realmente personalizada cuando se considera a cada uno como una novedad, un proyecto divino como no ha existido, ni existe, ni existirá. Por lo cual no habrá dos personas iguales.

En cambio, la educación individualizada significa que se intenta encuadrar a cada uno en un modelo educativo (¡el mismo para todos!), pero de modo individual (con un coach, mentor, tutor, etc.).

La diferencia no es poca. Porque en el primer caso, cada joven “sale distinto”; en el segundo, todos salen “igual” (uniformizados)36… o “no salen” (son rechazados por el sistema educativo).

La educación individualizada se parece en algo a un conjunto de imperativos categóricos pero implementados a cada uno individualmente, en vez de a grupos37.

Para educar hace falta ayudar a crecer. Y ayudar a crecer comporta el riesgo de la libertad y la capacidad de jugar38.

Cada uno tiene que poder descubrir que es una novedad, un proyecto divino y tiene que poder realizarlo. Con lo cual la educación personalizada tiene que ver con el sentido vocacional, o sea quién uno es llamad a ser, de dónde viene y a dónde va y qué es lo que Dios quiere de él.

12.  Teología para inconformes39

Con respecto a la teología, la antropología trascendental permite abrir ingentes campos de investigación teológica40. Ha suscitado también mucho interés entre cristianos de todos los ambientes y condición social41.

Quiero dar un ejemplo que sirva como botón de muestra.

En la actualidad estoy investigando la identificación con Cristo –no ya alter Christus, sino ipse Christus– a partir de la experiencia (mística) de San José María Escrivá de Balaguer42.

En el documento43 que utilizo como base textual se puede leer:

“De los textos (de S. Josemaría) se desprende44:

1)    que no habla únicamente de su presencia en cuanto a Dios, sino también en cuanto hombre o por su Humanidad;

2)    que se trata de una presencia permanente, no circunscrita el momento de recibir la Santísima Eucaristía;

 

 


36 En este ámbito tengo una cierta experiencia porque he educado personalmente en 30 años a unos mil jóvenes. Y he fundado un colegio en Lugano: https://www.everestlugano.ch/. Ya no me ocupo de la gestión de esa institución: la cedí a un equipo de confianza hace ya algunos años.

37 La educación personalizada, que llamo aquí individualizada, es naturalmente superior a la “educación integrativa” (de corte socialista) donde no sólo se busca la uniformización, sino que se pretende disolver el individuo en el grupo. Esta educación integrativa es la que se aplica en Lugano, donde yo vivo desde hace unos veinte años. De ahí que una parte de mis esfuerzos consista en hacer resurgir la dimensión personal en esos jóvenes “moldeados por el sistema”, cuyo objetivo principal es “no llamar la atención”, ser masa, proletariado del s. XXI.

38 A Polo le gustaba mucho jugar al ajedrez. Y leía con ganas autores como Agatha Christie y otros análogos. Era muy juvenil de espíritu y, al final de su vida, era como un niño: ideal de santidad (cfr. ESCRIVÁ DE BALAGUER, op. cit. §§144 y ss.).

39 El título está tomado de una obra de Juan Fernando Sellés, publicada por Rialp, Madrid, 2019.

40 Un ejemplo es la tesis doctoral de la doctora Ana Bastidas, defendida el 25 de mayo de este año en la UNAV sobre las confluencias

entre Leonardo Polo y Romano Guardini.

41 Hemos creado un grupo donde el profesor Sellés comenta su libro –un capítulo cada mes–. El grupo está compuesto por casi 500 personas y el primer vídeo ha sido visionado ya más de 1’300 veces.

42 La experiencia (mística) tuvo lugar el 16 de octubre de 1931 en Madrid.

43 Para esta investigación me apoyo en el estudio de BURKHART E., LÓPEZ, J., Vida cotidiana y santidad en la enseñanza de S.

Josemaría, vol. II, Rialp, Madrid.

44 Sin querer entrar ahora en el mérito de la investigación, está claro que Leonardo Polo amplía mucho la teología clásica en lo que se refiere a conceptos como “presencia”, “sustancia”, “naturaleza” (la Humanidad de Cristo es una naturaleza humana, si no no podría ser verdadero hombre), “vida” (de Cristo), etc.


3)    que no es una presencia sustancial, es decir, de la sustancia de la humanidad de Cristo, pero que tampoco se reduce a un parecido con Cristo derivado de la imitación de su ejemplo, aunque ciertamente es una presencia que impulsa a imitarle;

4)    que es una presencia de la vida de Cristo y de su acción y no sólo del conocimiento de Cristo, del amor a Él, aunque se realiza por este conocimiento y amor y se alimenta de ellos”45.

Basta leer esta pequeña citación con los ojos de Leonardo Polo para darse cuenta de las inmensas posibilidades de profundización teológica, con respecto al análisis tomista que los autores desarrollarán en las páginas siguientes46.

13.  Alegría trascendental

Quizás mi sorpresa mayor en lo que he ido aprendiendo de Polo hasta el momento es el descubrimiento de la alegría trascendental.

La alegría trascendental es propia, dice Polo, “de la generación del Hijo. Se puede incluso decir que Dios es el inventor de la alegría en tanto que extiende a la creación, sobre todo, en cuanto que la vida creada es también generativa”47.

Bien, esto es una sorpresa muy grande. Y cuando lo explico a diversas personas, pues resulta que, al principio, no lo entienden.

Por eso es menester cambiar el modo de entender común de la gente, o “polianizarlo” para poder darse cuenta de aquello a lo que Polo se está refiriendo48.

14.  Marco antropológico para la realidad virtual. Primeros pasos.

Me sorprende que Polo, que no era experto en informática, pone igualmente algunas bases para un tratamiento adecuado de la realidad virtual, dado que ésta depende de los hombres: lo real son los hombres; el software es digital; y los metaversos son virtuales.

Cuando estén más generalizados los metaversos los filósofos se darán cuenta que la realidad virtual es, en el fondo, uno de los ámbitos de la libertad: la espaciosidad.

Espaciosidad, donde el espacio es tiempo, porque el espacio, p.ej., de una reunión zoom, es cuando

los participantes se encuentran49.

O sea, los instrumentos digitales permiten que el “cuando” se convierta en un “donde”. Por eso se pueden crear grupos de trabajo permanentes a distancia que, al cabo del tiempo, acaban generando amistad, a pesar de que, probablemente, no se dará jamás un encuentro presencial.


45 BURKHART, E., LÓPEZ, J., op. cit., p. 95.

46 Esta investigación que estoy realizando no está aún acabada, y podría no acabarse nunca porque no es suficiente dar una opinión teológica más o menos acertada, sino que, antes que nada, es oportuno experimentar interiormente lo que significa vivir en Cristo: como un yo (miembro inferior) dualizado con un YO (miembro superior), de modo que Él vaya creciendo y yo disminuyendo (cfr. Jn 3, 30) hasta poder decir: ya no soy yo quien vive, sino Cristo que vive en mí (cfr. Gal 2, 20). Pero queda claro, para el que conoce las dualidades polianas, que la identificación ipse Christus es irrestrictamente creciente para toda la eternidad.

47 POLO, L., Epistemología, creación y divinidad, Obras Completas, vol. XXVII, EUNSA, Pamplona, 2015, p. 320.

48 Sorprende sobre todo porque la tradición cristiana llama a la Virgen María causa de nuestra alegría y también trono de la sabiduría.

¿Qué significa esto? Si se considera que la persona (miembro inferior) se dualiza con Dios (miembro superior) y que las luces le llegan de parte del Espíritu Santo como Don, no extraña considerar que la dualidad metódico-temática del carácter de además “en contacto” con la Virgen María (sabiduría) y el Espíritu Santo (dimensión personal) lleve a que se una presencia de Cristo en el alma humana como generación por la que no somos solamente hijos de Dios, sino también de la Virgen María, marianos. De ahí que se pueda decir también, en rigor, que la Virgen María (junto con el Espíritu Santo) sea causa” de nuestra alegría. Polo diría origen mejor que causa. Porque en el ámbito metódico-temático del carácter de además no se dan causas, sino origen y destinación. Somos conscientes que esta nota a pie de página podría originar una ingente investigación teológica. Y todo eso gracias a la antropología trascendental de Leonardo Polo.

49 Esta idea está recogida en la citada conferencia “anticipar el futuro”. Se basa en las reflexiones de Polo sobre la espaciosidad como uno de los ámbitos de la libertad, y se construye sobre la idea de que “espacio significa la pausa que, al menos de modo provisional, deja en suspenso la sucesión temporal de estímulo-respuesta”. Cfr. POLO, L., Filosofía y economía, Obras Completas, vol. XXV, EUNSA, Pamplona, 2015.


Éste es un buen ejemplo para ilustrar lo que ya se ha dicho con anterioridad. Para entender a Leonardo Polo y saber apreciarlo es necesario, antes que nada, aprender a conocer como él conoció (no sólo pensar, …)50.

15.  La III Era. Una breve introducción51

Convendría dedicar algunas líneas para introducir la III Era, porque estamos en un momento histórico nuevo: no es la persona lo único nuevo. Estamos entrando en una situación histórica nueva, que, a mi modo de entender, da aún más valor a todo el trabajo de ampliación filosófica que ha realizado Leonardo Polo.

Porque el cambio de la I Era a la II –de la prehistoria a la historia– es debido a la escritura; tiene que ver con la articulación del lenguaje.

En la I Era se crean mensajes orales a partir de sonidos.

Con el descubrimiento de la escritura (II Era), aparecen la letras, y, con ellas, las palabras; éstas permiten las frases con las que se forman los mensajes. Esta doble articulación del lenguaje es, pues, importante porque introduce nuevas dimensiones en la cultura humana.

La primera consecuencia de la introducción de la escritura es la analfabetización de los seres humanos.

Se hace necesario aprender a superarla.

Y para eso se necesitan dos actividades que se llaman leer y escribir. Superar la analfabetización requiere aprender a leer y escribir.

El producto cultural de la escritura es el documento y con el documento se puede hacer historia, con lo cual es un aporte cultural muy importante52.

Pues ahora yo propongo ampliar esta noción para descubrir que estamos entrando en la III Era. Por qué se dan dos nuevas articulaciones del lenguaje53:

-       una es el bit: podemos formar letras a partir de un conjunto de bits.

-       la otra es la señal digital, porque con la señal digital podemos formar los bits.

En estos momentos la III Era se manifiesta como una incipiente revolución digital, que es donde se encuentra actualmente la humanidad. Todavía es prematuro darse cuenta realmente de lo que la III Era podrá suponer en el próximo futuro.

Lo que todo el mundo percibe es el analfabetismo digital. Esa sensación que, de repente, uno no consigue comunicar, porque no sabe usar el teléfono, no sabe usar una aplicación, no sabe que se pueden hacer las cosas de modo digital, etc.

Se da una gran resistencia al cambio, se prefiere seguir haciendo las cosas “como se han hecho siempre”. La humanidad se divide entre los que quieren aceptar todos los cambios (más bien gente joven) y los que buscan estabilizar el progreso digital: frenarlo, para tener más tiempo de asimilación (más bien los seniors)54.

El analfabetismo digital es un hecho que puede gustar o no.

Para superarlo conviene aprender, de nuevo, a “leer” y a “escribir”.


50 Aquí se encuentra el reto mayor para la divulgación de Leonardo Polo, como se dirá más adelante.

51 Este tema está algo más desarrollado en la citada conferencia “anticipar el futuro”.

52 Cfr. GARCÍA, J.A., El hombre como persona. Antropología filosófica., Ideas y Libros ediciones, Madrid 2019.

53 Crear un lenguaje nuevo, como p.ej, el esperanto, no es suficiente para provocar un cambio de Era. Hace falta que las nuevas articulaciones aporten nuevas dimensiones culturales. Éste es el caso de la escritura digital.

54 Parecía que el standard era aprender el Office de Microsoft o análogo, hasta que llegó Internet. Y, de repente, todo cambió. Apareció el móvil. Debido a la pandemia hubo que aprender Zoom. Desde entonces se da el Home Office y muchas reuniones son online. Esto ha permitido crear grupos polianos con participantes de unos tres a cuatro continentes. Se pensaba que habíamos llegado de nuevo a una pausa, y aparece la inteligencia artificial. Y uno se pregunta: ¿llegaremos de nuevo a un momento de estabilidad? Pues no lo parece. Lo que conviene es hacer el esfuerzo de la alfabetización digital completa.


Leer ahora significa “utilizar”. Lector, significa “usuario”. Usar es una ampliación de leer.

Escribir ahora significa “programar”. Escritor significa programador. Crear software es una ampliación

de escribir.

Así como hay muchos niveles de alfabetización con respecto a la escritura (p.ej. no es lo mismo saber escribir que ser un literato), también hay muchos niveles de alfabetización digital.

Así que hay muchos niveles de integrarse en la III Era55.

Polo distingue muy bien entre los procesos y la vida. Por eso, no hay que tener miedo a la informática y/o a la inteligencia artificial: porque el hombre no puede ser sustituido por las máquinas56. Lo que hay que temer es lo que Polo llama inepcia teórica, como veremos más adelante57.

La pregunta que sí que convendría hacerse y que la gente no se hace, pero que sería importante, es la que Polo pone al centro de su filosofía: ¿quién es el hombre?58 Y la respuesta que, a mi modo de ver, pasará a la historia es ésta: el hombre es un espíritu en el tiempo.

El hombre no es digital –materialismo espiritualizado–, sino espíritu en el tiempo.

16.  La improgramable aparición del genio filosófico59

Polo muestra claramente los límites de la ciencia al hablar del trilema del barón de Münchhausen. Conviene darse cuenta de que la ciencia pierde su hegemonía en la III Era, porque sirve solamente para conocer la realidad extramental60.

En cambio, lo que sí quedará es el hombre. Por eso, lo más probable es que la antropología tome el papel que correspondió a la filosofía en la Edad Media.

Una antropología que no sea científica, sino que realmente continúe el realismo tal como lo dejó Aristóteles, y que lo amplíe, que lo ponga a la altura histórica en la que nos encontramos.

¿Qué vemos hoy?

Hoy vemos que, por un lado, el proyecto filosófico contemporáneo está en agonía.

¿Y qué vemos también?

Pues que los científicos, quizás de más nivel, están haciendo filosofía de la naturaleza61. Es la versión presocrática del siglo XXI.

¿Qué nos enseña la historia?

Que, si se quiere continuar, hace falta un genio para el s. XXI. Un “Aristóteles” que sepa recoger a Aristóteles allí donde se quedó y lo continúe teniendo en cuenta las reflexiones bien intencionadas de todos los filósofos que le han seguido hasta el día de hoy, incluidos los modernos y los contemporáneos.

La III Era exige esto: un nuevo Aristóteles.

 


55 Actualmente el grado de integración digital es relativamente pobre; pero, con el pasar del tiempo, será cada vez más amplia: cuando lo “digital natives” constituyan la gran mayoría de la población.

56 La competición con la inteligencia artificial obligará al hombre a salir de una cierta pereza: la de querer formalizar todas las operaciones, en vez de desarrollar lo más humano que en ellas se dan: lo espiritual y, con ello, la creatividad. Hay quienes opinan que no todos son capaces de estar a la altura de la historia que se nos viene encima. Pero no se dan cuenta de que lo más importante no es ser un genio intelectual, sino ser humano, cariñoso, atento a los ancianos y a los pequeños, …, saber amar como Cristo nos ha amado. Ahí las máquinas no pueden competir.

57 La gente, en general, desconoce completamente este peligro. Y es realmente serio.

58 POLO, L., op. cit.

59 Ibid., pp. 32 y ss.

60 Los metaversos, al ser programados, no necesitan del método científico –que es especulación– para ser conocidos. Basta poseer el código con el que han sido escritos. Con el pasar de los próximos siglos, la humanidad se irá llenando cada vez más de metaversos. La realidad extramental jugará un papel cada vez menos importante. Por eso la ciencia quedará en parte aparcada (con la excepción de algunos sectores que seguirán siendo centrales, como la salud).

61 Se piense, p.ej., en la cosmología propia de la física teórica.


Polo explica que la ciencia, cuando se encuentra ante un cambio de paradigma, necesita de un genio para poder progresar62.

Pues ahora sucede algo parecido para la filosofía.

Y Leonardo Polo advierte: “Estamos a punto de sumirnos en una especie de apagón mental. Si Dios no lo remedia, y si nosotros no hacemos algo…, podemos irnos a pique en un futuro próximo por inepcia teórica”63.

El desafío que nos compete ahora es el de la divulgación de la filosofía poliana, porque es la que puede educar a retomar la teoría como vida, como práxis por excelencia64.

17.  Divulgar a Leonardo Polo

Desde hace algún tiempo el esfuerzo divulgativo se ha intensificado.

Se están creando grupos polianos que estudian distintos ámbitos: antropología, teoría del conocimiento, la libertad, teología, empresa, pedagogía, etc.

También se han creado algunos websites65. La UNAV organiza regularmente un curso superior sobre la filosofía de Polo66.También existen cuatro revistas científicas centradas en Leonardo Polo67. Se está intentando crear una familia poliana, donde los participantes están contentos de verse y de hablar de cosas que tengan que ver con Polo68. No es siempre fácil porque no todos participan del mismo modo, con la misma intensidad y por los mismos motivos.

El esfuerzo temático se está haciendo, me parece, con intensidad creciente y está bien orientado.

Lo que realmente falta, a mi modo de entender, es encontrar que la gente que se acerca a Polo consiga ver las cosas tal como las vio Polo, conocer como Polo conoció.

Es decir, no se trata tanto de temas, de enseñar lo que Polo dijo, de acceder a sus obras, pues eso es la divulgación temática, sino algo más profundo, que yo lo llamaría una pedagogía metódica, que me parece que está aún por hacer69.

De hecho a veces sucede que algún poliano “se desvíe” de Polo porque, aun habiendo aprendido los temas, no conoce como él conocía, no ve como él veía. Entonces intenta interpretar, hacer una hermenéutica poliana, de la que “sale lo que sale”: a veces algo muy parecido –aunque distinto–, a veces algo menos parecido, a veces diciendo cosas que Polo no habría dicho nunca, pero que ellos creen, seguramente en buena fe, que lo que dicen son una legítima “prosecución” de las tesis de Polo.

18. Un Aristóteles para la III Era

Después de todo lo dicho anteriormente no queda más que concluir con una tesis que está llena de agradecimiento a Polo y a aquellos por los que me ha llegado su filosofía70: Leonardo Polo es el Aristóteles


62 La ciencia necesita de un genio ante un cambio de paradigma porque la misma ciencia no tiene los instrumentos teóricos para poder continuar. Por eso, desde la física de Newton no era posible establecer la relatividad. Hacía falta Albert Einstein, y Einstein no se podía deducir a partir de los postulados de la mecánica de Newton.

63 POLO, L., ¿Quién es el hombre? Presente y futuro del hombre, op. cit., pp. 304-305. Cfr. CARDONA, L., “Una antropología trascendental para la era digital”, Miscelánea poliana 76 (2023).

64 Ibid. p. 306.

65 Existe el que gestiona el IEFLP: https://www.leonardopolo.net/

El que yo he creado, con el objetivo de facilitar el conocimiento de Polo a un público no filósofo, tiene como título “presente y futuro del hombre”: https://leonardopolo.ch/

También existen dos blogs polianos: preguntas polianas (https://preguntaspolianas.blogspot.com/) y glosario poliano (https://glosariopoliano.blogspot.com/), los dos llevados por Joseph Kabamba desde la República Democrática del Congo.

66 Ya hablé al principio de mi participación en la primera edición. Ahora se está desarrollando la 4ª.

67 Personalmente ayudo en la publicación de una revista en inglés –Journal of Polian Studies– y otra en castellano –Revista de Estudios

Filosóficos Polianos, editada en Argentina, bajo la dirección de la profesora Silvia Carolina Martino.

68 Esto es ya así con algunos participantes regulares a las sesiones de los distintos grupos. Estos ya no vienen sólo porque lo necesitan, porque les ayuda. Sino porque Polo es amistad.

69 Elevar la capacidad intelectual de los que quieren conocer a Polo para acercarse lo más posible a su altura intelectual.

70 Se trata de un comenzar, porque considero que debo continuar a conocer mejor a Polo, asimilarlo, divulgarlo.


que necesita la III Era, el genio no programable que necesita actualmente la filosofía para que no caiga en manos de “sofistas”71: porque el hombre no es la medida de todas las cosas.

La altura histórica de la III Era que ahora estamos empezando a vislumbrar tiene que llegar aún. Pero Polo ha puesto las bases antropológicas para gestionarla de modo correcto, sin crear aporías.

Esta es nuestra convicción.

 

Louis Cardona

Lugano, 26.11.2023

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


71 Históricamente la filosofía empieza con los presocráticos, llegando a los sofistas, hasta que aparecen los tres grandes clásicos

griegos: Sócrates, Platón y Aristóteles.

 

 

 

 

 

 


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