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No.
Cuando el cuerpo está sano se "siente" la salud de todas las facultades. Y a su vez, la salud redunda en cada facultad sensible.
Los actos de la facultad se captan entonces con la alegría propia del animal sano.
Pero los actos de las facultades sensibles están ordenados por la naturaleza para que, gracias también a los sentimientos, se desplieguen las tendencias, de modo instintivo.
El fin de los animales no es conocer, y tampoco es el placer que suele acompañarle, sino que conocen para tender y tienden para conducirse biológicamente, según su especie.
El animal subordina inconscientemente su conocer a su apetito (a su tendencia) y ésta a sus movimientos.
El animal vive dentro del orden cósmico. Su bien más alto no es la salud, sino jugar su rol en el teatro del mundo.
Están al servicio de su especie.
El placer es sólo un antecedente de su conducta, un "placebo" que amansa cualquier fiera. Los leones serán siempre leones, y los okapis, okapis.
Se habla de esto en Juan Fernando Sellés. Antropología para inconformes p.276.2
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