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El amar donal en la tesis de Adam Solomiewicz

 

39. El cuarto trascendental personal es el amar donal. La persona humana no sólo tiene la capacidad de amar, sino que es amar: la actividad trascendental personal es amorosa o no es personal.

 

40. El amar personal es donal: dar es la actividad trascendental por antonomasia. Es lo que quiere decir el carácter de además: efusividad, siempre ir a más, puro sobrar sin consumarse, no agotarse nunca.

 

41. Toda la actividad donativa es triádica, puesto que siempre la constituyen tres miembros: la persona que otorga el regalo (el otorgar), la persona que lo acoge (el acoger) y el regalo (el don). Los dos primeros miembros (el otorgar y el acoger) siempre son personales. El tercer miembro (el don) es infra-trascendental y siempre tiene cierta manifestación material, cuando la persona que regala es humana.

 

42. En la actividad donativa trascendental (el amar donal) los tres miembros de la estructura donal son: la persona como dar, la persona como aceptar y el don.

 

43. La primera tesis acerca del amar donal es ésta: aceptar no es menos que dar. En la estructura donal de la persona humana el aceptar y el dar son trascendentales. Lo primero en la persona humana es aceptar al propio Creador, debido a su carácter de criatura: su ser es el regalo del Dios personal.

 

44. La persona humana no se limita a la actividad trascendental aceptante, a acoger dones. La persona humana es orientada a dar dones propios. El hombre da dones a su Creador (en tanto que Él es Aceptación divina) a través de las propias facultades esenciales: la persona necesita de su esencia para completar la estructura donal. La persona vehicula el dar personal a través de su esencia.

 

45. La segunda tesis acerca del amar donal es ésta: el don humano no pertenece al orden trascendental, sino que está en el nivel esencial. Dar dones trascendentales significa crear, donar existencia, y lo hace sólo Dios. La persona humana es capaz de dar dones esenciales, con lo que el dar humano tiene siempre sentido de devolución: la iniciativa donante primordial arranca de Dios, y al hombre corresponde devolvérsela de acuerdo con su ser y con su esencia.

 

46. El dar trascendental es dar sin perder, la actividad superior al equilibrio de pérdidas y ganancias. El dar trascendental puro es el Dar divino que da sin reservas ni pérdidas y con ganancias. Las ganancias en Dios no son crecimiento, sino híper-crecimiento.

 

47. La persona humana no es dar puro (sería Dios). El dar trascendental humano siempre es con pérdidas: tiene su coste a nivel de la naturaleza del hombre. El amar donal siempre requiere en esta vida alguna renuncia (la renuncia de bienes inferiores para el Bien mayor).

 
48. El dar personal humano es dar trascendental verdadero en virtud de su referente: el Dios personal que lo acepta. El Aceptar divino otorga el valor trascendental al don humano según su infinita Bondad y Misericordia. La persona humana no es capaz de darse, pero se da en Dios.


Aquí está el enlace para la tesis.

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