Sí. La esencia va por
delante.
Pero no se asusten ustedes
pensando que me he vuelto ateo.
El acto de ser tiene prioridad, sí, pero no una
prioridad pensada como "eficiencia".
¿Cómo entender esa prioridad del acto de ser? En
términos de finalidad.
Por eso dice Polo que el ser es finalidad pura.
Inmediatamente debemos añadir que no se trata, en el
caso del ser personal, de una finalidad física. Se trata más bien del destino.
La persona humana es libre para destinarse. Y se
destina por medio de su don, de su esencia creciente.
De ahí que la esencia humana vaya por delante, pues
seremos lo que queramos ser, al disponer, libremente, de nuestro destino.
Si quieren ustedes leer una síntesis
de la distinción real esencia – acto de ser, vayan al principio de este blog, a
la página (en rojo) ""Esencia – Ser. Su
distinción"
.
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