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¿Qué entendemos por naturaleza?

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Clásicamente se considera que la naturaleza de una cosa es "la esencia" de esa cosa, en tanto que principio de operaciones.

Polo dice que la palabra "naturaleza" tiene un significado muy extenso, que propicia un uso ambiguo.
Lo más apropiado para ella es asignar los vivientes, y mejor aún los vivientes inferiores.

Si la empleamos para designar la esencia humana, que significa directamente perfección "espiritual" corremos el riesgo de dejar fuera del hombre a la libertad, e incluso contraponer naturaleza y libertad.


Desde luego, podemos hablar de naturaleza divina, naturaleza humana, o naturaleza animal o vegetal. Sin embargo la noción propia de naturaleza debería reservarse propiamente a una realidad meramente "física". 

Polo entiende la naturaleza en esa línea, cuando dice que una naturaleza es una tricausalidad física integrada por las causas material, formal y eficiente.

El vegetal es el ejemplo de naturaleza simple: tiene materia, forma y movimiento (movimiento en sus  tres funciones de nutrición, reproducción y desarrollo)

La noción de "sustancia" física es más elemental que la noción de naturaleza, pues en la sustancia física sólo encontramos causa material y causa formal, sin causa eficiente intrínseca. Las sustancias físicas son entes hilemórficos y su forma se agota en informar la materia. La sustancia así considerada es solo "un efecto" físico, un quark, un barion, un elemento del universo, incapaz de moverse por sí mismo.

Pues bien, considerada así, físicamente, damos el nombre de "naturaleza" a la sustancia física que en y a partir de sí misma es capaz de operaciones.

Una naturaleza física es pues una sustancia que tiene en sí un principio intrínseco de operaciones, es decir posee el movimiento en y a partir de sí misma.

Ésta debería ser la utilización propia del término "naturaleza", según Polo. Conviene no olvidarlo.


Sin embargo,  aunque la noción de naturaleza debería reservarse para la física, en el lenguaje corriente y habitualmente también en filosofía, se utiliza la noción de "naturaleza" no sólo para caracterizar una realidad física capaz de operaciones, sino  para designar, en general, "la índole" de un ser, en cuanto que es capaz de operaciones". Lo estable del ser.

Por ejemplo, hablamos de la "naturaleza" divina para expresar lo que conocemos del ser de Dios.
Y decimos "naturaleza" humana para indicar que el hombre es de tal modo que, por sí mismo, hace tal o cual operación. Por ejemplo: tiene una naturaleza racional porque es capaz de pensar. Aunque no piense, lo estable en él, su ser, su naturaleza, es poder pensar.

Juan A. García llama a la naturaleza, así entendida, sentido genético  del ser.

Veamos ahora cómo se distingue la naturaleza de la libertad:  siendo el ser jerárquico, los seres superiores se abren en novedades.
Así, la naturaleza divina, que es la máxima amplitud, se desborda actuosamente. A este sentido desbordante del ser, o sentido puramente activo, podemos asimilarlo a la "libertad".

Las naturalezas físicas son, a lo más, sistemas abiertos que pueden evolucionar y mejorar, aunque siempre según el orden del universo físico.

La naturaleza humana es un sistema libre, abierto por dentro a la máxima amplitud. En ella vige tanto el sentido genético como el sentido desbordante del ser.
No hay aquí contraposición entre naturaleza y libertad.










Notas sacadas de la conferencia dictada el 25-XI-1994 en el salón de grados Mª Zambrano de la facultad de filosofía y letras de la Universidad de Málaga. (Miscelánea poliana nº 4, p.36). Citamos las páginas según la recopilación titulada "Antropología y trascendencia" publicada por I. Falgueras y Juan A. García.  Ver también Genara Castillo :  Futurizar el presente p. 20, nota 26.  

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