Porque desde el mundo de las ideas se interviene en el
plano práctico de una manera nueva y mucho más eficaz.
Pensar es detenerse a pensar y pensar es tomar
contacto con un ámbito que no es el mundo real físico, sino inmutable: el mundo
de las ideas. Somos, por decirlo así, extracósmicos.
Si me paro a pensar, por ejemplo, en el agua en
general, en el universal "agua", si poseo esa noción, no sólo
me acercaré, temeroso, a beber o bañarme, sino que puedo ser bombero o comenzar
un negocio de agua natural.
Eso no lo puede hacer un mono, un animal dotado, a lo
más, de imaginación. Aunque sea un bonobo congolés.
De
esto habla Polo en "Ética". Hacia una versión moderna de los temas
clásicos. 2ª edición. Unión Editorial. p. 53.4
.
¿Puede ser este artículo más insulso?
ResponderEliminarDependerá de lo que pensemos. Si tenemos ideas sabrosas, la vida tiene otro color. Si se trata de agua solo, efectivamente, el artículo es soso.
ResponderEliminarSin embargo, saber que le puedo enviar a usted una paloma es más eficaz que los cuervos que veo, siempre igual, ahora, desde mi ventana. Gracias por haber leído la sosada. Atentamente, J.K.