Concentrando la atención.
La primera dimensión del abandono del límite mental es la
"advertencia" de los primeros principios.
El límite mental se abandona aquí "eliminándolo" de la
advertencia. Se excluye.
La "advertencia" coincide metódicamente con los primeros
principios reales.
No olviden que el meollo del conocimiento es la
"coincidencia" entre método y tema (sin tocarse: "separación").
"Coincidir metódicamente" o "separar" significa
"conocer".
De ahí que digamos que el límite mental se abandona aquí en tanto que
la advertencia "se separa" o "coincide" con los primeros
principios.
Los primeros principios (Dios o principio de Identidad, la causalidad
trascendental y el principio de no contradicción o ser extramental) son actos
de ser extramentales vigentes entre sí.
Esta "advertencia" es una luz iluminante que se describe
como "concentración de la atención".
La concentración de
la atención es pues la descripción de la 1ª dimensión del abandono del límite
mental.
En efecto, la
advertencia habitual de los primeros principios, (hábito de los primeros
principios), se ejerce "concentrando la atención". Es una luz
iluminante que elimina la presencia mental.
Los actos
intelectuales atienden a su tema. No son reflexivos. Y lo atienden con mayor o
menor concentración según su nivel.
Dicha concentración
es máxima cuando el tema es el primer principio de Identidad, originario e
insondable.
De esto
habla Polo en Antropología trascendental II, p. 60.5.
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Agradezco a Leonardo Polo Institute, la atención que me presta. Entre todos iremos "alcanzando" nuestro destino, pero especialmente gracias a los mexicanos !
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