Las naturalezas intracósmicas (plantas y animales) están sujetas al orden del universo. Se despliegan según ese orden.
Las naturalezas estrictamente intracósmicas (plantas y
animales) están sujetas al orden del universo físico. Se despliegan según ese
orden.
La naturaleza humana, sin embargo, es solamente hasta
cierto punto intracósmica (ciertamente somos también materia y la causa
material nos retrasa), pero al estar esencializada (pues es manifestación de
una persona humana) la naturaleza humana es, de entrada, extracósmica, pues aunque
el orden del universo físico le afecta (nos produce jaquecas y reumatismos) está
regida por las disposiciones de la persona.
La naturaleza humana está tipificada desde su inicio,
tiene unos rasgos únicos, personales. Es el cuerpo de una persona concreta, y
no sólo un cuerpo con rasgos genéticos de la especie.
También naturalmente, es decir, de entrada, antes de
que se manifieste la vida espiritual, lo humano es distinto de lo intracósmico,
porque la naturaleza humana es típica.
La naturaleza del elefante no es típica, pues no es un
don otorgado a una persona, sino, sencillamente, un número de su especie.
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Me permitiré insistir en que el hombre no tiene un cuerpo animal; sí un cuerpo animado, pero humano, personal.
ResponderEliminarY por esa razón no estoy tampoco seguro de que la vida que recibimos de nuestros padres sea intracósmica como la del animal. Más bien, el mismo hecho de que proceda de ellos, de los padres, que son personas, apunta a que es una vida metacósmica; en relación con el cosmos, pero no intracósmica.
El cuerpo humano es extracósmico.
ResponderEliminarTodo él, desde la concepción, es manifestación de una persona humana, libre disposición, aportación naturalmente amorosa, que ilumina la correspondencia filial.
Aunque no seamos conscientes, caso evidente en el embrión humano, la actividad radicalmente libre que es, trascendentalmente, la libertad, anima dócilmente, como un niño que se deja llevar, mediante la aceptación natural, el movimiento físico de cada átomo de su cuerpo.
¿Cómo esposible esta sencillez?
Porque Dios es el Origen tanto de la causa trascendental del cosmos como de la libertad humana.
Porque el cuerpo humano es también "cósmico".
Es el despliegue de una naturaleza tricausal, de una vida recibida de nuestros padres.
Gracias al límite mental, a nuestro sentido de la mismidad, podemos identificar el cuerpo de una jirafa, y el de un buey (y así nos ponemos en condiciones de poder trabajar, arando, por ejemplo, sirviéndonos del cuerpo de ese buey).
El buey es cósmico (mudo).
La cusa trascendental, es medio para que Dios nos hable, al hacer persistir el Universo.
Para entender su lenguaje profundo, debemos abandonar el límite mental.
Si no lo abandonamos, moriremos.
Hay que abrir las ventanas, encontrar el sentido del mundo… y lo haremos en la medida enq ue la verdad nos haga más libres, hasta alcanzar la libertad de los hijos de Dios.
Atentamente
Joseph Kabamba
Lo que dices, Juan, sobre la vida recibida de los padres es muy sugerente.
ResponderEliminarSería fantástico que los padres pudieran transmitir a sus hijos no sólo la biología y la genética, sino también, a través las relaciones interpersonales, trascendentales, un surplus o sobrante de actividad libre, amorosa, que les reconociera radicalmente como hijos suyos.
No sé cómo introducir esa relación en nuestra antropología.
También me estás haciendo pensar más en ese cuerpo humano, que no es animal, sino animado.
Haces bien en citar el artículo de Urbano en Miscelánea, pues el tema de la muerte nos coloca en situación de comprender mejor la dualidad cuerpo - alma.
Se me ha ocurrido la imagen de la tierra y las raíces.
Morir es como perder la tierra en la que estamos enraizados.
El cuerpo humano no es la tierra, sino lo que crece, las raíces que han esencializado la tierra, el humus incorporado.
La tierra en la que nacemos ¿no es también cuerpo humano?
El hombre es un ser dual.
El cuerpo humano también es dual.
Un miembro es la vida añadida, el otro miembro la vida recibida de nuestros padres.
El hombre se dualiza con el universo.
¿No es acaso un modo de ese dualizarse la unión cuerpo alma? ¿Tierra y raíces?
Otro ejemplo que se me ocurre es el de la guitarra.
Si podemos hacer sonar nuestra canción es gracias al instrumento.
Morir es perder la guitarra.
¿Qué es el cuerpo humano?
¿Solamente mis dedos? ¿No es la guitarra también cuerpo mío cuando la sueno?