¿Es más afectiva la mujer que el varón?

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Lo suele ser.

Los pensadores medievales decían que tienen más "humores".

Tienen más facilidad para llorar, reír, soñar, y para cambiar rápidamente. Suspirar.

Es como si tuvieran el alma muy pegada al cuerpo.

De ahí que puedan dar color, aunque no todas, a lo concreto, con agudeza, matizando.

Se habla de esto en Juan Fernando Sellés. Antropología para inconformes p.279.3

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3 comentarios:

Antonio Corredor dijo...

Seguramente son más dadas al Alma, y el hombre al cuerpo. Viven más en lo psicológico, y el hombre en la superficialidad.
De todas formas no soy amigo de hacer una clara diferenciación entre hombre y mujer, el ser humano es único e irrepetible.

Un saludo señor Kabamba.

Joseph Kabamba dijo...

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Mucho gusto en verlo por aquí, don Antonio.

Voy a considerar su comentario y le contestaré.

Atentamente
Jospeh Kabamba

Joseph Kabamba dijo...

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Amigo don Antonio:
Cada persona humana es un tipo completo, única en el mundo.

Sin embargo, la esencia de cada persona humana, o la vida de cada uno, depende del autoperfeccionamiento que la persona consigue.

Cada persona puede "manifestarse" como varón o como mujer.

De ahí que sea posible caracterizar un modo típico femenino y un modo típico masculino de vivir la vida.

Los antropólogos ven que el cuerpo de la mujer, su naturaleza física, está hecho de tal manera que puede cuidar mejor y por más tiempo de la vida de sus hijos.

Cuando he hablado de "alma" me refería a esa esencia.
Por eso se puede decir, que el alma de las mujeres, su psicología, está como más pegada al cuerpo. Reacciona más a los cambios corporales. Está más atenta a lo concreto que puede salvar una vida.

Frecuentemente se ruborizan con más facilidad, por ejemplo.

Usted hace una consideración más sociológica: parece que las mujeres están más dadas a las cosas espirituales, y los hombres a las materiales.
Eso puede estar en relación también con su rol en el cuidado de los hijos.
Ellas atienden a lo más importante. Ellos a lo básico.

Unos y otros nos complementamos.

Atentamente
Joseph Kabamba